Niños cuyo comportamiento es "demasiado"

¿Eres de los que dicen: "Mi niño no escucha nada, es muy travieso y activo... Ojalá se sentara un minuto, eso me bastaría"? Cuando sales, probablemente tienes un niño que no te toma de la mano y corre a todas partes. Especialmente cuando hace compras, es probable que piense: "Tomaré lo que quiero y luego me iré". Entonces, ¿por qué su hijo se comporta de esta manera? ¿No sería bonito que escuchara un poco tus palabras, se sentara un rato, jugara su juego tranquilamente y estudiara?

Puede haber muchas razones por las que tu hijo se comporta así. Te hablaré del aspecto neurológico. Pero si lees mi artículo "Trastorno de los sentidos y la integración sensorial" antes de leer este artículo, lo que digo te quedará mejor en la mente.

Nuestros sentidos afectan a todos nuestros comportamientos y percepciones a lo largo de nuestra vida. Oímos, olemos, sentimos y percibimos todo gracias a nuestros sentidos. Sin embargo, de alguna manera los sentidos no pueden integrarse en nuestro cerebro y nuestro nivel de excitación se vuelve anormal y nuestro comportamiento se vuelve anormal. Como los niños activos están menos estimulados, se mueven más para estar más estimulados. Puede que estés confundido, intentaré explicarlo mejor con ejemplos. Algunas personas pueden apretarle la mano con más fuerza al darle la mano. No se puede ajustar su potencia. O es posible que el vaso de plástico no sepa con qué fuerza apretarlo y sostenerlo, y que el agua se desborde. Se balancea mucho en el columpio y es posible que no se sienta mareado. Es posible que disfrute mucho tocando diferentes texturas. Las personas con bajos niveles de excitación no pueden comprender completamente la sensación que entra en su cuerpo, lo que provoca que su comportamiento sea "más intenso". Desde fuera parece un niño que no escucha las palabras, no se queda quieto o golpea a su amigo, pero lo único que quiere es absorber mejor los sentidos en su cuerpo y satisfacer sus necesidades.

El niño en constante movimiento no puede quedarse quieto porque no puede comprender el sentido vestibular que entra en su cuerpo. Al niño, que constantemente quiere que lo abracen y le den masajes y le gustan los juegos de lucha libre, le gustan las actividades bajo presión porque no puede entender el sentido propioceptivo que entra en su cuerpo. Los niños a los que les gustan más sonidos y más imágenes todavía tienen dificultades para percibir la sensación relevante. En otras palabras, tu hijo no hace estos movimientos constantes a propósito, por molestia. Lo hace simplemente porque quiere satisfacer sus necesidades.

Niño Si tiene estos comportamientos, es probable que su hijo tenga un trastorno de integración sensorial. Sería buena idea hacerse una evaluación de un Terapeuta Ocupacional sin perder tiempo.

 

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