Pensamos y decimos a menudo que la vida es sólo un ajetreo y bullicio. En este ajetreo y bullicio, nos olvidamos de nosotros mismos mientras intentamos constantemente lidiar con algo. O no pensamos en pasar tiempo con nosotros mismos o no encontramos el tiempo. Estamos constantemente interesados en lo que hacen los demás, o en lo que pensarán o dirán de nosotros, sin importar lo que hagamos, y mientras lidiamos con todo esto, naturalmente no tenemos tiempo para nosotros mismos. Quizás no estemos intentando que esto suceda. Así comenzamos a alienarnos. Entonces esta situación se manifiesta; Se nota a través del deterioro de nuestras relaciones, vida escolar o vida laboral. Siempre estamos buscando al culpable afuera; Decir "Esto no es bueno para mí"... Sin embargo, todo el problema en realidad sucede en el interior. A menos que una persona emprenda su propio viaje, siempre busca la respuesta en una persona, un trabajo, una ciudad, pero no puede encontrarla. Cuando no puede encontrarlo, lentamente avanza hacia la destrucción.
¿La libertad es física o espiritual?
Hasta ahora, siempre hemos percibido la libertad como algo físico. Sin embargo, experimentamos la libertad de dos maneras: física y mentalmente. Igualamos estos dos conceptos, pero no hay libertad física sin libertad mental. A nuestra libertad; Pensamos que nos volveremos a encontrar cuando dejemos nuestros trabajos, cuando salgamos de la escuela y cuando termine nuestra relación. Sin embargo, a menos que nos volvamos libres profundizando e investigando todo esto en nuestra mente, no podremos ser libres en ningún sentido. A menos que seamos libres, no podemos progresar en nuestro propio viaje.
En el viaje del individuo hacia sí mismo, nunca hay un destino.
En este camino, siempre nos damos cuenta de algo nuevo y nos iluminamos. De hecho, nunca estamos completos en la vida, siempre seguimos aprendiendo y tratando de completar nuestros defectos.
A medida que nos embarcamos en nuestro propio viaje y tratamos de regresar a nuestra esencia, cuanta más conciencia podamos generar sobre algunos temas, mejor podremos progresar.
Podemos avanzar rápidamente. ¡No lo intentes, más despacio!
Las situaciones que nos encontramos y las cosas que vivimos en la vida nos condenan a acelerar como si estuviéramos en una pista de carreras. Si bajas la velocidad pierdes, mensaje � da. Por lo tanto, nos sentimos incompletos, como si nos faltara algo. Sin embargo, frenar es una de las cosas más importantes que protegen el alma. Si tu cuerpo va antes que tu alma, es cuando llegarás tarde. Si el cuerpo y el alma no continúan su viaje al mismo tiempo, quedaréis incompletos, no estaréis completos. Así que debes recordarte a ti mismo que debes reducir la velocidad. Puedes poner cualquier cosa en esta desaceleración; como comer despacio, conducir despacio, hablar despacio, ser lento al hacer la compra, esperar al comprar algo… En estos nos volvemos más libres en la medida que podemos hacernos esperar, y por tanto, nos acercamos a nosotros mismos.
¡Cuidado con lo que recurres!
La atención es la esencia de la vida. Una persona ve todo aquello en lo que quiere centrarse y ver en la vida. A veces eso en lo que nos centramos demasiado, o quizás no nos gusta nada, es nuestra vida. De hecho, todo lo que no nos gusta proviene de nosotros. A veces nos centramos tanto en nuestros defectos que sin querer nos apuñalamos. Por eso gestionar la atención es una de las cosas más importantes. Nuevamente nos olvidamos de nosotros mismos mientras prestamos atención constantemente a otras cosas relacionadas con los demás...
Aprende a hacer preguntas, ¡no tengas miedo!
Preguntar Las preguntas son una de las fuentes de comunicación más importantes. Sin hacer preguntas, no puedes esperar que te comprendan ni comprender a la persona o situación que tienes delante. En nuestra educación y vida escolar desde pequeños, siempre hemos aprendido a tener miedo a las preguntas. Pensamientos como "¿Qué pasa si nos preguntan algo y no damos la respuesta correcta, qué pasa si lo interpretamos de manera incompleta y se enojan con nosotros o se burlan de nosotros?" seguían dando vueltas en nuestra mente. Esta situación nos hizo tener miedo y evitar hacer preguntas en el futuro. Por supuesto, puede haber situaciones en las que no podamos salir de la situación cuando nos cuestionamos algunas cosas y sentimos que estamos en un callejón sin salida. A veces hay que ver el fondo para encontrar la luz. Así que no tengas miedo de la oscuridad que ves, al contrario, anímate. Cuando te sientas inquieto, ansioso, estresado, recuerda que estás en el camino correcto. Porque estos demuestran eso; Has comenzado a mirar dentro de ti mismo y a investigarte a ti mismo. Cuando te acerques a ti mismo, podrás crearte a ti mismo deshaciéndote de estándares y patrones. llegar al centro Para lograrlo, puedes probar varias formas según tus intereses y tu propia estructura en este viaje; como caminar, meditar, leer libros sobre estos temas, asistir a seminarios... Cada uno puede tener diferentes soluciones. Lo único importante al hacer esto es ser honesto consigo mismo. Recuerda, puedes engañar a todos, pero nunca a ti mismo…
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