Antes de someterse a una rinoplastia, es necesario decidir qué forma de nariz quedará mejor en el rostro. Un aspecto importante de la rinoplastia en cirugía plástica es la apariencia natural de la nariz.
Además, la nariz debe ser compatible consigo misma y con el rostro. Por ejemplo, una nariz corta en una persona con una cara larga no podrá capturar la belleza natural, por muy hermosa y natural que sea la nariz. Una nariz estrecha no le queda bien a una persona con pómulos prominentes. Asimismo, una nariz con una punta ancha y redondeada no sería adecuada para una persona con un mentón estrecho. El análisis facial es muy importante a la hora de planificar una rinoplastia. Se examina la simetría del rostro, sus proporciones y la estructura de la piel del rostro y la nariz. No existe una nariz ideal, pero sí una forma de nariz que se adapta mejor a un rostro. Al realizar el análisis facial es necesario conocer el concepto de proporción áurea.
Ya que se ha determinado que existe una armonía entre las partes de todos los objetos y seres que podemos ver en el universo y que no ha cambiado durante miles de años, la relación conocida como el sistema matemático del Creador se llama "proporción áurea
. Se llama "strong>".En estética facial , esta proporción es la proporción de ciertas partes de la cara entre sí. Por ejemplo, si la proporción entre la parte posterior de la nariz y la altura de la nariz se planifica de acuerdo con la proporción áurea, se obtendrá una imagen de nariz más natural y armoniosa. obtenido. Asimismo, es importante que el ancho de la base de la nariz no exceda la distancia entre ambos ojos para lograr armonía en el rostro, se tiene cuidado de que la zona del triángulo frente-nariz-mentón quede equilibrada y cercana. entre sí aproximadamente 1/3. La oreja y la nariz deben estar en el mismo eje paralelo y sus longitudes aproximadas deben estar cercanas entre sí. Mismo camino; El ancho de la nariz no debe ser mayor que la distancia entre las dos alas de la nariz y el borde de la nariz debe ser paralelo al arco de la ceja. Para lograr estas proporciones, se puede reducir o agrandar la nariz, subir o bajar la punta, alargar o acortar la nariz.
Con la ayuda de la proporción áurea y muchos otros criterios estéticos, es posible crear narices naturales que sean proporcionalmente compatibles con las estructuras faciales y que no sea evidente que hayan sido sometidas a cirugía.
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