Si bien el psicoanálisis es un estudio tradicional que trabaja con casos, se sabe que tiene una larga tradición de pensar y hablar sobre el trauma. En sus estudios sobre la histeria, Charcot desarrolló la teoría del trauma para comprender estas crisis. Cuando no se menciona un trauma físico, se toma la historia personal y familiar del individuo y se lo dirige al área de conversación. Así, se pretende determinar la temporalidad del trauma. Bruer, al igual que Charcot, creó una tradición de tratamiento del trauma mediante la técnica de la hipnosis. Freud dijo; Se dedicó al método hiptónico señalando el fenómeno inconsciente que revelaría desde una perspectiva económica. (Habip, 2001) Así, Freud abandona el tratamiento hipnótico y abre espacio para la libre asociación. Para él, los síntomas histéricos están vinculados a la historia personal a través del habla: el inconsciente. Más claramente, la teoría y el tratamiento del trauma se basan en el habla.
Freud nos permite releer el trauma con los conceptos que propuso en línea con sus estudios sobre metapsicología en 1915. Freud define el trauma de la siguiente manera: "Describimos como traumática toda experiencia que expone la vida psíquica a muchos estímulos en poco tiempo, provocando así que los pacientes no puedan afrontar esos estímulos de forma normal ni trabajar sobre ellos y apropiarse de ellos". , y provocando trastornos en la distribución psíquica de la energía disponible" (Freud, 2013, p.53). En otras palabras, el trauma se considera como la tensión de la psique del individuo ante una estimulación excesiva.
Cuando se menciona el trauma, lo primero que nos viene a la mente son los traumas externos. Estos traumas son en su mayoría duelo, separación, abuso y accidente. Sin embargo, cuando se habla de experiencias traumáticas para el psicoanálisis, no podemos pasar por alto la importancia de los traumas internos. Lo importante en este punto es el efecto del estímulo interno o externo sobre la psique, lo que determinará el nivel traumático del evento. Por tanto, el impacto traumático es subjetivo. Porque el individuo muestra diferentes habilidades de afrontamiento frente a estímulos internos y externos a lo largo de su vida. Ante una situación traumática, el yo del individuo percibe el trauma como una señal de peligro y se convierte en una advertencia. Por lo tanto, para que el individuo pueda afrontar la experiencia traumática, Se espera que el yo interior intervenga y sea incluido en el aparato espiritual. Si el yo no puede protegerse contra el trauma, podemos decir que las enfermedades son un trampolín. (Yazıcı,2015, p. 17).
Freud incluyó el concepto de aparato psíquico en su primera visión topográfica y lo define de la siguiente manera: … La enfermedad, la crisis y el trauma siempre nos dan información importante sobre el funcionamiento de nuestro aparato psíquico'' (citado en Aloupis,2005, p.55). Por tanto, el aparato psicológico se divide en tres regiones mentales: Inconsciente, preconsciente y consciente, en función de la relación del individuo con sus elementos espirituales. Dado que mi trabajo se limita al tema del trauma, quiero centrarme más en el papel del inconsciente. Como mencionamos al inicio de esta sección sobre el proceso de formulación de la teoría del trauma, ésta llevó a Freud al inconsciente desde una perspectiva económica siguiendo los síntomas histéricos. El inconsciente, la parte más primitiva del aparato psicológico, continúa su influencia durante toda la vida, aunque proviene del período arcaico y es profundizado por estar cubierto por el preconsciente. Cuando se menciona la continuidad de su efecto, se abre espacio para el texto de Freud "Recuerdo, repetición y asimilación": "El nuevo concepto introducido por Freud con la teoría de las segundas pulsiones es "ser obligado a repetirse en el tiempo". El deseo de repetir el pasado es mucho más fuerte que el deseo de buscar un evento agradable en el futuro. (…) Este impulso es una tendencia que desea volver atrás, reencontrarse con lo que pasó antes. (…) La compulsión a repetir es el deseo de regresar al pasado y completar la acción, que resultó imposible, sin obstáculos ni retornos.” (Nasio, 2008, p.60) Por lo tanto, es una experiencia traumática, especialmente ¿Traumas internos, la imposibilidad de responder a una pregunta que se repite constantemente?
El psicoanálisis, que estudia la importancia de las producciones inconscientes del individuo neurótico como sueños, fantasías, torpezas y deslices, sólo puede trabajar con estos síntomas que nos llevan al inconsciente, al ruido de los silencios. Por tanto, es posible decir que el deseo del individuo está reprimido y la represión puede expresarse a través de estos síntomas. Como resultado de estos estudios se aborda un tema que queda suprimido y no se puede trabajar en el tratamiento psicológico del individuo. Abrirá espacio y permitirá incluirlo en el análisis. Más claramente, hacer que el trauma sea comunicable a través de síntomas inconscientes lo incluye en el análisis y le permite ganar significado.
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