Durante los meses de verano, nuestro cabello se reseca y daña debido a los efectos negativos de los rayos del sol, el agua del mar y de la piscina. El dermatólogo Dr. Özge Keseroğlu compartió con nosotros a qué deben prestar atención quienes quieren tener un cabello sano y hermoso en los meses de verano.
Uno de los elementos más importantes que completan la belleza de una persona es sin duda el cabello. Las personas con un cabello sano y bien cuidado dejan un impacto más positivo en su entorno. Sin embargo, en la vida diaria, nuestro cabello se desgasta y pierde su salud debido a aplicaciones como el peinado, el secado, el teñido, la permanente o factores ambientales. Aunque nuestro cabello necesita cuidados en cada estación, esta necesidad alcanza su máximo nivel en los meses de verano.
Los rayos del sol, a los que estamos expuestos con mayor intensidad en los meses de verano, provocan que la estructura proteica del cabello el cabello se deteriore. Como resultado, el cabello se vuelve más vulnerable a los factores externos, se reseca perdiendo humedad, pierde brillo, se debilita y se rompe. El agua del mar y de las piscinas aumenta el efecto destructivo de la luz solar, por lo que el daño a nuestro cabello se vuelve inevitable.
Para protegerse de los efectos nocivos del sol, tenga cuidado de no salir durante las horas pico. Si tienes que estar al aire libre o en la playa, intenta permanecer a la sombra o bajo una sombrilla. Puedes evitar que tu cabello quede expuesto directamente a la luz solar usando un sombrero, pañuelo o bufanda. Puedes proteger tu cabello de los efectos nocivos del sol utilizando productos especiales para el cuidado del cabello con filtros UV antes de exponerte al sol.
El mar y la piscina están entre los factores que más dañan el cabello. Para estar protegido de los efectos nocivos del cloro y el agua salada, la solución más sencilla es limpiar el cabello dándose una ducha con abundante agua inmediatamente después de salir del mar o de la piscina. Después de la ducha, retira el exceso de agua de tu cabello y vuelve a aplicar el producto de cuidado protector.
Las duchas frecuentes en verano provocan sequedad del cabello. Por lo tanto, a la hora de elegir un champú, es beneficioso elegir champús que tengan altas propiedades hidratantes y estén diseñados para cabello seco y dañado. Si sientes que tu cabello está muy seco, puedes aplicar una mascarilla nutritiva cada 2-3 días.
El uso de aparatos que den calor al cabello, como secadores y planchas, para secar o peinar el cabello hará que el cabello se seque más y se rompa. Por esta razón, durante los meses de verano, es beneficioso tomar un descanso de las aplicaciones de peinado con calor y dejar que el cabello se seque solo.
Evita teñirte el cabello, hacerte la permanente, las mechas o el balayage antes de irte de vacaciones. Las hebras de cabello debilitadas por la exposición a tales procesos químicos se ven afectadas y dañadas más intensamente por la luz solar, el agua de mar y el agua clorada.
Después del verano, es útil contar con apoyo profesional cuando sea necesario para que tu cabello recupere su salud. Después de la revisión de tu dermatólogo, se pueden aplicar tratamientos de mesoterapia capilar o PRP (Plasma Rico en Plaquetas) para mejorar la calidad del cabello y reparar el cabello dañado. En la mesoterapia capilar, las vitaminas, minerales y aminoácidos que necesita el cuero cabelludo se administran en la piel en dosis muy pequeñas. En el tratamiento con PRP, la sangre extraída de la persona se somete a procesos especiales y el suero que contiene plaquetas se inyecta en el cuero cabelludo con agujas de punta muy fina. Con estos procesos la calidad del cabello aumenta, se frena la caída y se repara el cabello dañado.
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