El deseo sexual excesivo es la necesidad de participar en comportamientos sexuales repetitivos, fantasías sexuales y actividades sexuales a un nivel que causa angustia a la persona o causa problemas sociales y médicos. Estas personas tienen fantasías sexuales aumentadas, búsqueda constante de relaciones, observación pornografía incontrolable, sexo virtual. Tienen actividades sexuales excesivas, como por ejemplo un aumento de la masturbación. En este caso, el deseo y la actividad sexual se salen de control, generando problemas sociales, psicológicos, físicos y legales.
Es no está relacionado con ningún trastorno hormonal. En los trastornos que afectan la región frontal del cerebro, la demencia, la actividad sexual excesiva y los trastornos del comportamiento se pueden observar en la enfermedad de Parkinson, el retraso mental y la epilepsia. La actividad sexual excesiva también se puede observar en enfermedades psiquiátricas como la manía enfermedades depresivas, adicción al alcohol y sustancias, trastorno por déficit de atención con hiperactividad y fobia social.
Es más común en hombres que en mujeres. El deseo sexual excesivo y fuera de control puede provocar muchas situaciones indeseables como enfermedades de transmisión sexual, embarazos no deseados, problemas legales, problemas de relación y matrimonio y violencia doméstica. Contrariamente a la creencia popular, el deseo sexual excesivo puede provocar infertilidad o problemas de función sexual. Sin embargo, si provoca relaciones sexuales casuales sin protección, plantea el riesgo de exposición a enfermedades infecciosas. Las dificultades para controlar el deseo sexual pueden provocar trastornos psiquiátricos como depresión y trastornos de ansiedad.
La psicoterapia y los medicamentos psiquiátricos son eficaces en su tratamiento como resultado de una evaluación psiquiátrica.
Leer: 0