La obesidad infantil es uno de los problemas de salud infantil más importantes, especialmente y en todo el mundo en el siglo XXI. La incidencia de la enfermedad ha aumentado significativamente, especialmente en los últimos 30 años. La obesidad se produce en el primer año de la infancia, entre los 5 y 6 años de vida. Muestra un aumento significativo en los años y la adolescencia. Se ha observado que 1/3 de los niños obesos y aproximadamente el 80% de los adolescentes obesos también lo son en la edad adulta. Se encontró que la prevalencia de obesidad infantil en Turquía estaba entre el 3,7% y el 15,4%, similar a la de Estados Unidos y muchos países europeos. La obesidad es una condición clínica que se presenta por el efecto de muchos factores genéticos y no genéticos. El efecto más importante en la aparición de obesidad infantil es el consumo de alimentos ricos en carbohidratos y grasas, con una alta densidad energética, pero pobres en proteínas, vitaminas, minerales y micronutrientes saludables. La disminución gradual de la actividad física es una de las causas más importantes de la obesidad no sólo en los adultos sino también en los niños. La obesidad trae consigo muchos problemas. La obesidad infantil provoca muchos problemas de salud a corto y largo plazo, como enfermedades cardiovasculares, hipertensión, diabetes tipo 2, hígado graso, problemas ortopédicos y disminución de la confianza en uno mismo. La incidencia de resistencia a la insulina en personas obesas es significativamente mayor que en niños con peso normal. El trastorno metabólico más común asociado con la obesidad es la resistencia a la insulina. El aumento de los valores de triglicéridos, LDL y colesterol total en niños obesos, así como la disminución de los valores de colesterol HDL, provocan un aumento significativo del riesgo de enfermedades cardiovasculares en la infancia. En la obesidad infantil, la hipertensión arterial se puede observar entre el 16,6% y el 39,7%. El síndrome metabólico en la infancia se define como la presencia de 3 de obesidad, resistencia a la insulina, dislipidemia e hipertensión. Con la creciente prevalencia de la obesidad, la incidencia tanto del síndrome metabólico como de los componentes del síndrome metabólico está aumentando. Si bien la prevalencia del síndrome metabólico es de alrededor del 3-4% en la población normal, se observa a una tasa del 28-30% en niños obesos. Por tanto, la aparición de síndrome metabólico en niños obesos está abierta. Existe un riesgo significativamente mayor debido al calor.
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