Este año ha llegado el momento esperado y más de tres millones de estudiantes tomarán el Examen de Instituciones de Educación Superior (YKS). Durante estos periodos leerás muchas noticias, escucharás muchos discursos y estarás expuesto a mucha información sobre qué hacer y qué no hacer en estos últimos días cuando se acerca el examen.
La mayor parte de esta información será sobre cómo los estudiantes y sus familias pueden manejar su ansiedad por el examen. Me gustaría hablar de cómo el YKS se ha convertido en una fuente de estrés y ansiedad que es difícil de manejar en las vidas de los jóvenes y sus familias en estos días.
EL EXAMEN NO ES GUERRA
Primero de Con todo, la principal razón por la que este examen provoca una intensa ansiedad en los niños es que estos son los significados que comienzan en una edad temprana y se van moldeando en la mente del niño. En este sentido, podemos decir que existen dos tipos de mensajes erróneos que se dan a los niños. En primer lugar, se trata de definir este examen como un punto de inflexión en la vida de los niños, una situación que habrán "perdido" si no lo superan, un obstáculo que deberán superar para alcanzar la felicidad y la paz en sus vidas futuras. Dar constantemente este tipo de mensajes al niño puede generar creencias preocupantes sobre los exámenes y el éxito académico. De esta manera, el niño interpreta el examen como un factor determinante del éxito de su vida, de todo su futuro, en lugar de verlo como un paso hacia una meta que pretende alcanzar. Cuando llega la época de exámenes, el examen se convierte en una batalla por no ser un perdedor en la vida, en lugar de ser una prueba para ese joven.
LAS METAS DE VIDA NECESITAN SER DETERMINADAS
La ansiedad El riesgo de perder la vida y el futuro es extremadamente alto. Precisamente en este caso, la natural y saludable ansiedad que se siente ante el examen se convierte en algo enfermizo y difícil de afrontar. Sin embargo, en lugar de hablar con nuestros hijos sobre el lugar y la importancia del examen en la vida, deberíamos hablar sobre lo que quieren hacer en la vida, sus metas, la importancia de sus metas y las formas de alcanzarlas; Centrarse y prepararlos para lo que quieren hacer, no para el examen, puede ser más motivador para estudiar para el examen y puede ayudar a reducir la ansiedad excesiva creada por el examen. El examen se basa esencialmente en objetivos específicos. Es una necesidad, una etapa en los pasos dados para alcanzarla. En lugar de enseñar el lugar del examen en la vida, será mucho más útil hablar de la importancia de las metas y objetivos en la vida, y captar que el examen es una herramienta para alcanzar la meta. Es el uso de la familia. de tener éxito en el examen o éxito académico como requisito previo para ser un niño amado y valorado. La mayoría de las veces, la familia utiliza este mensaje para motivar al niño a estudiar. Sin embargo, no son conscientes del mensaje de riesgo que subyace a este patrón de comportamiento. La aprobación y el amor de la familia es sumamente valioso para los niños. En la niñez, cuando se forman las definiciones de sí mismo, las percepciones del niño sobre quién es y su valor comienzan a tomar forma. Los niños que son constantemente amados si tienen éxito en la escuela y en los exámenes, que son elogiados por sus compañeros exitosos y que son comparados con ellos porque no tienen éxito y escuchan que son mejores niños, pueden comenzar a ver el éxito académico como una necesidad en para ser amado y valorado en la vida. En este caso, aprobar el examen ya no puede verse como una forma de ingresar a una evaluación académica y pasar a la educación superior, sino como una prueba de ser una persona valiosa, una persona respetada, una persona amada en la vida. Nuevamente en este caso, la ansiedad natural y motivadora creada por el examen se convierte en una ansiedad enfermiza e insuperable por el riesgo de perder todo el valor del niño, ser inútil y no ser amado en caso de suspender el examen. El resultado de reprobar un examen ya no se trata de alcanzar metas, sino de no ser amado y valorado como ser humano. Si bien los padres esencialmente quieren que sus hijos progresen en una carrera profesional más exitosa, utilizando su amor y aprobación como herramienta motivadora, en realidad complican su trayectoria profesional con tales mensajes. Es un desempeño académico, si este desempeño es bueno o malo no se puede determinar. un criterio que determina el valor del individuo y el amor que merece, y los significados que determinan el valor de la vida. En este sentido, el éxito académico Es importante ser conscientes de qué tipo de creencias inculcamos a nuestros hijos con lo que decimos cuando se trata de exámenes importantes como No olvidemos que mientras nuestro hijo va progresando dando los pasos adecuados hacia sus objetivos, le será mucho más útil evaluar la situación en la que se encuentra y hacer definiciones correctas de la situación.
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