Las quejas más comunes que encontramos durante el Ramadán son "indigestión o estreñimiento".
Entonces, ¿por qué experimentamos indigestión o estreñimiento durante el ayuno? ¿Cómo debemos afrontar estas situaciones?
Es verano, cuando pasamos hambre durante 16 horas al día. Además de este largo ayuno, nos sentamos en las mesas del iftar como en un banquete y comemos comidas copiosas, rápidas y abundantes, destrozando así nuestro estómago, que ha estado perezoso todo el día. diluimos nuestro ácido, es decir, lo diluimos. No sólo nuestro tiempo de digestión se ralentiza, sino que también tenemos el estómago lleno, hinchazón y problemas de indigestión debido a los alimentos que no están molidos.
Para poder ayunar de forma saludable, primero debemos tener un sahur saludable. Definitivamente debemos consumir en el desayuno alimentos ligeros como huevos, queso, aceitunas, tomates, pepinos, pimientos y perejil, así como fuentes de proteínas de calidad como el kéfir, la leche y el yogur, para no sentir hambre durante el día. La leche fría y los pasteles de levadura también pueden provocar indigestión durante el día. Podemos reducir nuestras necesidades de agua eligiendo como bebidas infusiones de hierbas como las de tilo e hinojo. Uno de los errores que cometemos es acostarnos inmediatamente después del sahur. Especialmente aquellos que tienen problemas estomacales como reflujo o gastritis no deben irse a la cama inmediatamente después del sahur y deben esperar un rato.
Para evitar indigestiones en la mesa del iftar, debemos comenzar a comer con un plato de sopa ligera después de romper el ayuno con un poco de agua y dátiles. Nuestra regla de oro para reducir el problema de la indigestión es esperar al menos 10-15 minutos después de beber nuestra sopa y luego pasar a la comida principal.
La ingesta excesiva de líquidos en el iftar provoca tanto la expansión del estómago como volumen y la ralentización de la digestión. Al esperar después de beber nuestra sopa, evitamos que los líquidos provoquen hinchazón en el estómago. Al mismo tiempo, ampliamos la duración del iftar, lo que significa que ganamos tiempo para darnos cuenta de que estamos llenos. En nuestros platos principales debemos preferir métodos de cocción ligeros como estofado, al horno, a la plancha, al vapor y evitar platos pesados como alimentos grasos y fritos. Las ensaladas coloridas, imprescindibles en la mesa del iftar, son nuestro broche de oro. Mucha ensalada para cubrir nuestras necesidades de fibra; especialmente en esta temporada ensalada de verdolaga Consumir ensaladas de gran volumen como estas reduce nuestro aporte calórico, nos hace sentir saciados rápidamente y lo más importante, evita que experimentemos problemas como estreñimiento, indigestión e hinchazón.
Debemos beber mucha agua lentamente hasta sahur. Al mismo tiempo, bebiendo refrescos naturales compensamos la pérdida de minerales que se produce durante el día, reducimos nuestra necesidad de agua y prevenimos la indigestión.
Si pasas todo el día inactivo, puedes acelerar tu metabolismo haciendo ejercicios ligeros o caminando después del iftar.
Como resultado, no debemos olvidar que el Ramadán es un mes de simplicidad y purificación, no hacernos daño mientras ayunamos y gastar iftar y sahur sin estar pesado o exagerado. Aunque pasamos hambre todo el día, no sufrimos indigestión por comer demasiado y además ganamos peso; Debemos completarlo poco a poco, lentamente, encontrando salud con muchos líquidos, mucha fibra y mucho movimiento.
Felices vacaciones a todos de antemano.
Leer: 0