Las manchas negras se producen como resultado de la acumulación de grasa secretada por la piel y de células muertas en los poros. Si la punta del poro obstruido está abierta a la piel, aparece como un punto negro. Si el poro obstruido no está abierto, los vemos como pequeños puntos blancos. Se ven mejor cuando se tensa la piel. En términos médicos, los poros obstruidos se denominan comedones y se dividen en comedones abiertos (puntos negros) y comedones cerrados (puntos blancos) dependiendo de si el extremo del poro está abierto a la piel o no.
Los comedones son el principal síntoma del acné. Con la pubertad comienza la producción de hormonas desde las glándulas suprarrenales y aparecen las primeras manchas negras. Se ve especialmente en la zona T del rostro, como la nariz, la frente y el mentón, donde la secreción de grasa es alta. También se pueden ver manchas blancas y negras en áreas donde se concentran otras glándulas sebáceas, como la espalda, el pecho y los hombros.
Los comedones pueden aparecer en otras afecciones además del acné. En la enfermedad llamada hidradenitis supurativa (acné inverso), se puede observar con acné inflamado en áreas de pliegues como las axilas, la ingle, debajo de los senos y las nalgas.
Los comedones también son un síntoma del fotoenvejecimiento provocado por la exposición excesiva al sol. En personas que han estado expuestas a una luz solar intensa durante toda su vida, como agricultores y marineros, podemos ver grandes manchas negras agrupadas en la nuca y los pómulos.
En raras ocasiones, los grupos de comedones ubicados en una determinada parte del cuerpo pueden verse como lunares.
Otra afección que se observa como una mancha negra en el cuerpo, principalmente en la piel de la espalda, es el "quiste epidérmico". El material dentro de estos quistes es similar al de los puntos negros, pero en los puntos negros los poros están bloqueados en forma de túneles y en el quiste epidérmico hay un saco debajo de la piel. Los quistes epidérmicos crecen lentamente con el tiempo y, en ocasiones, pueden inflamarse, enrojecerse, hincharse y ser dolorosos. Al apretarlos, sale una sustancia maloliente de color blanco amarillento. No se desea exprimir estos quistes porque en este caso el volumen del quiste aumenta y es más fácil que se inflame. No es un síntoma de acné y no se vuelven cancerosos.
El tratamiento se planifica según la causa de los puntos negros. No se desea apretarlo excepto en algunas condiciones. No tiene nada que ver con la contaminación, el exceso de lavado, cepillado o No se recomienda la exfoliación frecuente ya que irritará la piel. Puede ser necesario limpiar la piel periódicamente con limpiadores que penetren en los poros y utilizar cremas que prevengan la formación de puntos negros. Es mejor evitar el uso de cremas grasas, sudoración, acondicionadores para el cabello y el contacto del cabello con la piel del rostro, ya que facilitarán la formación de puntos negros. Es útil contar con la ayuda de un especialista en dermatología para distinguir la causa de los puntos negros, obtener información precisa y planificar el tratamiento adecuado.
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