Las casas en las grandes ciudades ahora tienen el tamaño de nuestra ropa 1+1, 1+2, 1+3 (tallas 36, 38, 40). El 3+1 ya no es necesario para una pareja de recién casados o una pareja de jubilados cuyos hijos se han ido de casa. Significa pérdida de dinero y esfuerzo.
Amueblar, limpiar y calentar habitaciones vacías son gastos innecesarios. Durante años calentamos casas de 250 m2 que estaban vacías durante todo el día, pero ahora los calentadores que solo encendemos por las noches son más económicos. En segundo lugar, nos cargan los coches esperando en el garaje, la gasolina, los seguros, las retenciones en origen, las multas de tráfico, las tasas de aparcamiento, el mantenimiento y los impuestos.
La ropa, los pesados edredones de algodón satinado bordados que se incluyeron en nuestra dote hace 30 años, las viejas sábanas bordadas de encaje que no son prácticas como fundas nórdicas y necesitan ser cubiertas, esperan amarillentas.
Un gasto importante son las joyas, artículos de maquillaje…
La frase en una tienda publicitaria es “debe haber productos en nuestro guardarropa para el cabello”. Me sorprendió bastante cuando vi el joyero en la tienda a la que fui por una necesidad. Champú, acondicionador, mantenimiento, abrillantador, vitaminas para el cabello... ¡Somos los hijos de la abuela y de la madre que limpiaban toda la casa y a los niños con una pastilla de jabón y un cazo con agua! Ya no trabajamos por "dinero para el pan". La electricidad y el agua tampoco son importantes.
Cuotas peores que el alquiler debido a teléfonos, alquiler, retenciones de impuestos, gimnasio y piscina que no usamos. Adornos y baratijas que esperamos pulir y volver a ensuciar…
Nuestra vida debe ser sencilla, ligera, práctica, económica, y nuestros pensamientos y sentimientos deben ser profundos.
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