Una de las situaciones más quejadas que nos encontramos con frecuencia es la "sensación de tener hambre constantemente". "Como lo suficiente, pero todavía tengo hambre". "Quiero postre de chocolate justo después de la cena". etc. Las frases suenan muy familiares, ¿no? Examinemos la razón…
El hambre es de dos tipos; Hambre física y emocional. En algún momento, puede parecer difícil distinguir entre un apetito emocional o el deseo de comer causado por factores externos (como sentir hambre después de oler el olor de la comida al pasar por un restaurante favorito) y el hambre física.
La verdadera razón de esto es que las sensaciones son similares en ambas situaciones de hambre y tu respuesta es la misma: ¡NO COMAS! Entonces, hablemos de por qué sentimos hambre todo el tiempo.
La psiquiatra Susan McQuillan atribuye la razón por la que sentimos hambre constantemente, incluso si en realidad no la tenemos, a 7 factores.
Tu nutrición: Si los macronutrientes (hidratos de carbono, proteínas y grasas) que consumes en tu dieta diaria están por debajo del nivel requerido, es muy normal sentir hambre. Por este motivo, debes tener cuidado para obtener todos los macronutrientes que tu cuerpo necesita.
Su cerebro/sistema nervioso central: Los neuroquímicos como la serotonina, que afecta directamente nuestro estado de ánimo en nuestro cerebro, controlan la sensación de hambre/saciedad. La glucosa que obtenemos de los carbohidratos aumenta la serotonina, lo que a su vez aumenta la producción del aminoácido triptófano. Con el aumento de triptófano, las señales de hambre disminuyen y aumenta el nivel de saciedad.
Hormonas: Hormonas que determinan el nivel de hambre/saciedad, como las hormonas grelina y leptina.
Tu entorno: tener tus alimentos adictivos y favoritos constantemente disponibles en tu hogar y a tu alrededor; Puede hacer que tengas dificultades para controlar tus deseos hacia ellos.
Tus Hábitos Alimenticios: Ajustar los horarios y la frecuencia de las comidas según los periodos de tiempo en los que tu cuerpo tiene mucha hambre. Comer menos de lo necesario puede provocar hambre.
Tus problemas de salud: Los problemas de salud como la diabetes, los niveles bajos de azúcar en la sangre y la depresión pueden provocar un aumento del apetito y del deseo de comer más.
Tus sentimientos: Con frecuencia se observa un aumento del apetito debido a la soledad, la ira y el aburrimiento. También causa estrés y tristeza. También puede producirse una pérdida total del apetito. Por supuesto, esto se incluye en la sección "Comida emocional".
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