La cortisona es uno de los fármacos más utilizados en los tratamientos médicos. Su función en el organismo es regular el metabolismo de los carbohidratos y las grasas. Tomar cantidades excesivas puede causar complicaciones y otras enfermedades.
La importancia de la dieta en el tratamiento con cortisona es que el efecto del tratamiento con cortisona que no es apoyado por la dieta disminuye, el mecanismo de acción de la cortisona administrada es lento, o se acelera la aparición de posibles complicaciones de la cortisona.
Se puede observar diabetes, depresión, ansiedad, edema, presión arterial alta, osteoporosis y colesterol alto en personas que usan dosis altas de cortisona durante mucho tiempo.
Para prevenir la osteoporosis se debe dejar de fumar y restringir el consumo de alcohol y cafeína. Se debe hacer tanto ejercicio como sea posible ya que estimula la formación de hueso. Se deben consumir alimentos ricos en calcio como leche, yogur, queso sin sal, legumbres y verduras de hojas verdes.
Para mantener los niveles de colesterol en un nivel saludable se recomienda una dieta baja en grasas saturadas (mantequilla, sebo , manteca de cerdo).
Se debe reducir el uso de sal porque la cortisona reduce la reabsorción de sal en los riñones. Se debe prestar atención no sólo a la sal que se añade a las comidas, sino también a la sal que proviene de cada alimento, es decir, el sodio oculto. Debe haber opciones de alimentos como pan sin sal, pasta de tomate sin sal, etc. Puedes utilizar especias como tomillo, menta, etc. en lugar de sal.
Si bien la cortisona retiene la sal en los riñones, también excreta potasio y, por lo tanto, se observa deficiencia de potasio en quienes usan cortisona. La pérdida de potasio afecta negativamente la función contráctil del corazón y provoca debilidad muscular. Por lo tanto, se deben consumir muchas verduras y frutas.
La cortisona altera el metabolismo del azúcar. Por ello, aumenta el deseo de consumir alimentos dulces y grasos, pero a pesar del riesgo de diabetes, no se deben consumir estos productos y se deben consumir más alimentos frescos en lugar de alimentos procesados. La necesidad de azúcar y postre se puede satisfacer con frutas frescas y secas.
La cortisona puede provocar un aumento de los depósitos de grasa y atrofia muscular. Por tanto, realizando ejercicios de ritmo ligero se consigue el control del peso y se preserva la masa muscular. También contribuye a la salud mental de la persona debido al efecto psicológico del deporte.
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