No es tu estómago el que tiene hambre, es tu alma
Utilizamos la comida como medio de satisfacción que alivia nuestras fluctuaciones tanto nutricionales como emocionales. El hambre física es el hambre que se produce para satisfacer nuestras necesidades energéticas. Cuando consumes cantidades suficientes de los nutrientes que necesitas cuando sientes hambre física, utilizas los alimentos como “combustible”. Por otro lado, si tienes el hábito de comer antes de tener hambre para reprimir tus emociones, estás utilizando la comida como una "herramienta". A esto se le llama hambre emocional.
Cuando te pones triste, pierdes el apetito o recurres a las tartas o pasteles.
Cuando te sientes solo, no quieres comer nada. o inmediatamente corres a una hamburguesería o a un lugar de kebab.
Aunque comes mucho, no te sientes lleno.
Siempre quieres picar
Quieres picar incluso cuando estás lleno
A menudo sientes hambre
Te despiertas por la noche y corres al refrigerador para comer algo
Comes cuando estás aburrido fuerte>
El hambre emocional puede percibirse como hambre física y provocar que se coma en exceso. Diversos problemas y estrés pueden empujar a una persona a comer en exceso. Esta situación provoca un aumento excesivo de peso, y el peso ganado aumenta el estrés de la persona y provoca que coma en exceso. Esta situación crea un círculo vicioso del que la persona no puede salir. Para algunas personas, comer es la principal forma de deshacerse de las emociones negativas o de sentir una emoción positiva.
“Me siento feliz cuando como”
“Cuando como” Me aburro, como algo y me siento mejor”
Lo que sucede con la alimentación emocional es sólo un alivio temporal. A la larga, el individuo experimenta arrepentimiento, culpa y emociones negativas.
Es su alma, no su estómago, la que tiene hambre. Alimenta y sacia tu alma
Si el refrigerador te atrae cuando te sientes mal, enciende inmediatamente tu computadora en lugar del refrigerador y lee las historias de éxito de personas que alcanzaron su peso ideal, o ve al parque más cercano y camina un poco. Estos ayudarán a dispersar tus emociones intensas.
Si tienes mucho tiempo para ir al refrigerador, puedes tener una mascota para reducir tu estrés.
El ejercicio es útil para superar el hambre emocional. Crea programas de caminata de al menos 10 a 15 minutos cuando sientas hambre emocional.
Todo comienza con amor. Valoras algo que amas. Si te amas, te valoras. Si te amas, pensarás que mereces tener un cuerpo bonito. Valoras tu cuerpo.
Leer: 0