El TDAH es un trastorno psiquiátrico que se manifiesta con síntomas de distracción fácil, hiperactividad e impulsividad (incapacidad para posponer solicitudes) en un nivel que no es apropiado para la edad y el nivel de desarrollo del individuo.
Síntomas relacionados con el déficit de atención; incapacidad para escuchar conferencias, prestar atención constantemente al entorno, cometer errores por descuido en los exámenes, no responsabilizarse de los deberes, completar los deberes descuidadamente en muy poco tiempo o extenderlos durante horas, distracción, desorganización, dificultad para hacer planes, olvidos, pérdida de cosas...
Hiperactividad; Inquietud, no quedarse quieto aunque sus manos se detengan, estar en constante movimiento, correr constantemente, treparse a objetos, dificultad para jugar tranquilamente, hablar en voz alta en los juegos, hablar demasiado...
Impulsividad síntomas relacionados; impaciencia, interrupción, incapacidad para hacer cola, actuar sin pensar, hacer lo que se le ocurra...
Los síntomas deben ser lo suficientemente significativos como para afectar la funcionalidad en la vida diaria del individuo y deben continuar durante al menos 6 meses. El diagnóstico diferencial es importante porque los síntomas observados en algunas enfermedades físicas, divorcios, períodos de duelo, migraciones, acontecimientos traumáticos de la vida y períodos de intenso conflicto y tensión dentro de la familia pueden confundirse con el TDAH.
El diagnóstico se basa en sobre características clínicas, pruebas de atención, familia y docente, se evalúan y colocan los formularios. El primer paso en el tratamiento es la terapia individual (control de la ira, habilidades para resolver problemas, empatía, cumplimiento de responsabilidades, apoyo a las habilidades de atención), educación de madres y padres, y medidas y arreglos para aumentar el cumplimiento en cooperación con la escuela.
En el TDAH, si hay una disminución significativa en el éxito escolar-académico, un deterioro significativo en las relaciones sociales-comunicación familiar y una disminución significativa de la confianza en uno mismo debido a las constantes críticas negativas, se puede iniciar un tratamiento farmacológico.
Los medicamentos deben usarse regularmente en el Déficit de Atención. Los medicamentos utilizados no son adictivos. La duración del tratamiento es de al menos 1-2 años.
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