Hambre emocional: elección de alimentos y terapia nutricional

Podemos definir el hambre emocional como el ciclo de hambre que se siente bajo la influencia de las emociones, independientemente de la saciedad fisiológica. Satisfacer el hambre emocional es el intento de alcanzar la saciedad mediante el consumo de alimentos ricos en calorías y con alto contenido de azúcar y grasas, que la persona elige con el fin de combatir las emociones negativas que siente. Se observa que la elección inadecuada de alimentos saludables en la rutina nutricional y la insensibilidad a las necesidades psicológicas y el consumo excesivo de alimentos no saludables pueden afectar negativamente la salud psicológica y fisiológica.

1 - ¿Qué podemos hacer respecto al tratamiento del hambre emocional?

En primer lugar, debe examinar cuidadosamente su estado de hambre y determinar si está experimentando hambre emocional o fisiológica. El hambre y la saciedad fisiológicas son procesos necesarios y normales para el organismo. El hambre emocional es una condición que puede causar frecuentes ataques de comer en exceso y malestar psicológico/biológico en una persona. Se puede tratar trabajando con dietistas y psicólogos.

2 - ¿Cómo podemos entender si el hambre sentida es emocional o fisiológica?

El hambre fisiológica es un estado de hambre física que se hace sentir lentamente, no necesariamente requiere un estado satisfactorio al comer ciertos alimentos, no es una privación sentida por una emoción, sino que se siente físicamente. Además, uno no se arrepiente ni se siente culpable por los alimentos y las cantidades consumidas como resultado del hambre fisiológica. Por el contrario, en caso de hambre emocional, el objetivo es satisfacer determinadas emociones a través de la nutrición, y al final del proceso de alimentación se suele experimentar intenso arrepentimiento y culpa.

3 - ¿Qué alimentos son los preferidos frecuentemente por quienes sienten hambre emocional?

En caso de hambre emocional, se observa que se consumen alimentos que la persona puede calificar como “comfort food”. Estos pueden ser completamente personalizados. Sin embargo, podemos poner como ejemplo productos hipercalóricos y envasados ​​que generalmente contienen altas cantidades de grasa o azúcar. La comida chatarra (comida preparada y envasada) puede denominarse comida chatarra (comida preparada y envasada) que puede preferirse con mayor frecuencia con una conexión emocional o una situación desencadenante (anuncios, etc.).

4 - La alimentación emocional afecta la salud del cuerpo. ¿Cuáles son los efectos negativos que puede tener en la salud?

Durante el proceso de alimentación emocional, se desafía la conciencia del hambre y la saciedad. En este proceso, las personas pueden buscar deshacerse de los efectos de las emociones negativas o incluso intentar sentir emociones positivas a través de la nutrición. Cuando esta situación se convierte en un hábito, puede producirse una alimentación automática como respuesta a determinadas emociones negativas. Como resultado, a medida que aumenta la frecuencia de la alimentación emocional, comienza a producirse una disminución en el control y seguimiento del peso corporal saludable. A medida que el aumento excesivo de peso aumenta la proporción de grasa corporal, aumenta la incidencia de diversas enfermedades, especialmente la obesidad.

5 - ¿Qué conductas se pueden incluir en la vida diaria con el apoyo de un dietista y psicólogo?

En primer lugar, al ser conscientes del hambre emocional, podemos tener información sobre la frecuencia de la alimentación emocional y el tipo y cantidad de alimentos consumidos en este proceso. Podemos examinar en detalle los motivos de esta situación y sus efectos en la salud de tu organismo. Para prevenir la recurrencia de los ataques alimentarios, podemos decir que ser capaz de reconocer estas emociones en lugar de suprimir o evitar las emociones negativas y tratar de evitar que el consumo de alimentos sea la primera opción en respuesta a las emociones son comportamientos recomendados.

 

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