Pruebas que se pueden aplicar para evaluar a pacientes con trastorno obsesivo compulsivo

El trastorno obsesivo compulsivo (TOC) se evalúa y diagnostica principalmente mediante un examen psiquiátrico detallado. Se debe investigar la gravedad del TOC, su impacto en la funcionalidad del paciente y en qué áreas afecta. La escala más utilizada en estos sentidos para evaluar al paciente es la escala obsesivo compulsiva de Yale-Brown (Y-BOCS). Se trata de una escala semiestructurada administrada por el médico. También se puede aplicar obteniendo información de un familiar que pueda dar información sobre el paciente y la situación. Se evalúan varias dimensiones de la enfermedad, incluida la gravedad de las obsesiones y compulsiones, el tiempo dedicado a ellas, la inhibición, la angustia causada por ellas, la resistencia y el control. Aquellos con 16 puntos o más se consideran TOC. Si no se aplica una escala, se debe registrar cuánto tiempo pasa el paciente con obsesiones y compulsiones en un día, y cuánto esfuerzo hace para evitar obsesiones y resistir las compulsiones. Se debe investigar la edad de inicio de la enfermedad, el curso de la enfermedad, los antecedentes de tratamiento, los medicamentos utilizados, los medicamentos con beneficios y efectos secundarios, los antecedentes de psicoterapia, el enfoque familiar, los factores estresantes psicosociales, qué áreas de la vida afecta la enfermedad y cómo. Los pacientes también deben ser evaluados para detectar enfermedades psiquiátricas comórbidas y otras enfermedades médicas comórbidas. En particular, la ideación suicida debe evaluarse cuidadosamente en términos de planificación del suicidio.

En el proceso de evaluación del TOC; Es importante no pasar por alto los factores biológicos relacionados con el desencadenamiento del TOC. La mayoría de las veces, cuando su paciente acude a su médico, si existe riesgo para su afección, ya se habrán realizado o se realizarán investigaciones. ¿Qué son éstos? Si hay un TOC refractario o antecedentes de traumatismo craneoencefálico, dolor de cabeza, etc., se puede examinar con resonancia magnética craneal. Se pueden realizar exámenes bioquímicos de las funciones tiroideas, vitamina B12, vitamina D, magnesio, ácido fólico y anemia. Nuevamente, en casos resistentes, se pueden realizar exámenes autoinmunes. Si la afección se acompaña de síntomas neurológicos se podrá solicitar consulta de neurología. En pacientes femeninas se debe conocer el patrón menstrual y si hay alguna irregularidad se puede derivar al ginecólogo. Aunque son más comunes en niños, los síntomas del TOC de su paciente pueden ocurrir después de una infección en el cuerpo (especialmente beta hemolítica). Si los estreptococos) ocurren y aparecen junto con un tic nervioso, se debe realizar una investigación y tratamiento sobre este tema.

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