Teoría del psicoanálisis

La teoría psicoanalítica amplía el enfoque de la psicología a los procesos inconscientes. Esta teoría desarrolló específicamente el concepto de "aparato de personalidad". En esta estructura conceptual llamada concepto de personalidad topográfica, existen 3 partes de la personalidad como son la consciente, la subconsciente o preconsciente (perconcius) y la inconsciente.

La conciencia es la capacidad de reconocer percepciones provenientes del mundo exterior o dentro del cuerpo Es el área de la mente que puede. También incluye percepciones corporales, procesos de pensamiento y estados emocionales. El preconsciente (subconsciente) incluye eventos y procesos mentales que pueden percibirse en el nivel consciente al esforzar la atención. Este contenido incluye procesos primitivos como soñar, así como formas avanzadas de pensamiento como intentar resolver problemas relacionados con la realidad. El inconsciente, en términos generales, incluye todos los acontecimientos mentales que quedan fuera de la percepción consciente, y por tanto también incluye el preconsciente. En un sentido dinámico, el inconsciente incluye procesos mentales que no pueden alcanzar el nivel consciente debido al obstáculo del mecanismo de censura. Este contenido consiste en impulsos que no se ajustan a la realidad y la lógica y que las personas quieren satisfacer al máximo. Estos impulsos surgen de deseos que contradicen las creencias morales válidas en el mundo consciente de la persona y sólo pueden surgir cuando se rompe la resistencia de la persona en el tratamiento psicoanalítico.

Esta teoría propuesta por Freud es la teoría de la personalidad. La teoría topográfica de la personalidad divide la mente en tres unidades o estructuras. Estos son el ello, el yo y el superyó.

El ello es el almacén de energía psíquica que se expresa en forma de instintos, reacciones internas, anhelos y anhelos, la verdadera realidad psíquica. Cuando el nivel de tensión en el organismo aumenta como resultado de una estimulación o impulso externo, el ello activa el organismo para aliviar la tensión. Al final de la conducta, la tensión disminuye. Esto se llama el principio de placer del ello.

El ego surge de la necesidad del organismo de interactuar con el mundo objetivo real. El ego está bajo el gobierno del principio de realidad. El propósito del ego es posponer la satisfacción de la necesidad hasta que se encuentre el ambiente apropiado. Inhibe por un tiempo el principio del placer. El Superyó es la internalización del control externo. Es el aspecto moral de la personalidad. Bien o mal del individuo en lo que respecta al Superyó Significa decidir lo que es correcto y actuar de acuerdo con las normas morales aprobadas por los representantes de la sociedad. Los valores relacionados con los conceptos de bien y mal se forman en el marco del superyó.

Según la visión psicoanalítica, una persona psicológicamente sana es aquella que puede mantener el equilibrio entre el ello, el yo y superego. La alteración de este equilibrio también afecta negativamente a la salud psicológica. Según Freud, dos pulsiones deberían ser consideradas responsables de la aparición instintiva de nuestra vida mental. Se trata de impulsos sexuales y agresivos (Brenner, 1977). En otras palabras, son instintos de vida (eros) y de muerte (thanatos). El funcionamiento del instinto de vida es posible gracias a la energía "Libido".

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