La bilis es una estructura compleja producida en el hígado y contiene agua, bilirrubina, colesterol y sales biliares. La bilis sale del hígado a través del tracto biliar y se almacena para concentrarse en la vesícula biliar. Contribuye a la digestión vertiéndose en el intestino delgado a través del conducto biliar.
Los cálculos biliares (colelitiasis) son estructuras cristalinas formadas por el crecimiento o la fusión de componentes biliares normales o anormales. Esta situación, que es habitual en la sociedad, supone un problema de salud muy importante. Los cálculos se dividen en dos grupos: cálculos de colesterol y pigmentos. Los más comunes son los cálculos de colesterol. Si observamos el mecanismo de formación, la formación de cálculos comienza cuando hay una proporción alta de colesterol y baja de sales biliares en la composición de la bilis. Si bien estos están compuestos de colesterol, los cálculos pigmentarios se componen de bilirrubina y sales de calcio en la bilis y son de color oscuro. Los cálculos pigmentarios se observan especialmente en la cirrosis, la inflamación del tracto biliar y algunos tipos de anemia. Las piedras de la mezcla de ambos grupos (mixtas) forman otros tipos de piedras. Se ha demostrado que los factores hereditarios, el embarazo, el peso corporal (obesidad), el movimiento de la vesícula biliar (bilis estancada) y posiblemente la dieta causan cálculos biliares. Los cálculos biliares pueden ser de varios tamaños y formas.
Los cálculos en la vesícula biliar se ven con una tasa del 15% en la sociedad. Si bien una parte importante de ellos pueden ser "silenciosos", algunos crean complicaciones. Las piedras silenciosas no necesitan tratamiento. Los cálculos en la vejiga no causan gases. Los ataques de dolor biliar ocurren como resultado del cálculo que bloquea el conducto de la vesícula biliar. Este dolor dura desde media hora hasta varias horas. Comienza especialmente después de una comida pesada y grasosa y se siente en el cuadrante superior derecho del abdomen. En ocasiones este dolor se refleja en el hombro derecho, entre los dos omóplatos. Cuando la duración del dolor supera las 4-6 horas, el cuadro pasa a ser "inflamación de la vesícula biliar". Esto se llama "colecistitis aguda". Se acompaña de dolor, fiebre, náuseas, distensión abdominal, eructos y vómitos. A veces, los cálculos biliares caen en el conducto biliar común y lo bloquean, provocando ictericia e inflamación del conducto (colangitis). Puede producirse una inflamación pancreática llamada "pancreatitis aguda", que puede tener un curso extremadamente grave debido a la obstrucción del conducto pancreático. Datos de laboratorio en el diagnóstico. Los métodos avanzados y de imagen como la ecografía y la resonancia magnética son importantes.
El tratamiento de los cálculos biliares solo se decide si se desarrolla una complicación (problema) relacionada con los cálculos. Estos incluyen colecistitis aguda, pancreatitis aguda, colangitis y dolor biliar. Los tratamientos farmacológicos se administran durante la fase de infección activa. Después de un cierto período de tiempo, la vesícula biliar se extirpa mediante un método quirúrgico cerrado (colecistectomía).
Las personas que presentan dolor intermitente en la región superior derecha del abdomen, además de indigestión, eructos, fiebre, coloración amarillenta, hinchazón y ataques de vómitos, deben recordar la posibilidad de cálculos biliares y deben acudir a la clínica de gastroenterología sin perdiendo el tiempo.
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