Abuso en niños y adolescentes

Se considera maltrato infantil cualquier acción que dañe física y psicológicamente a niños menores de 18 años, y menoscabe su desarrollo físico, emocional, mental y social, por parte de sus padres, cuidadores o desconocidos.

En 1985, la Organización Mundial de la Salud definió el abuso infantil; Se define como un comportamiento intencional o no intencional hacia un niño por parte de un adulto, sociedad o país que afecta negativamente la salud, el desarrollo físico y psicosocial del niño.

El abuso se divide en físico, emocional y sexual. Abuso físico; Es el daño físico a un niño o adolescente por parte de uno de sus padres u otros adultos. El daño físico resultante, la duración del daño y la edad del niño que lo sufre determinan los daños causados ​​por el abuso físico.

Los niños expuestos a abuso físico y sexual experimentan trastornos del sueño, pesadillas, ansiedad por separación, conductas fóbicas, quejas físicas, depresión, mentiras. Se observan síntomas como expresionismo, introversión e incompatibilidad.

En abuso sexual; Se utiliza a niños y adolescentes como objetos sexuales. Es el tipo de abuso que deja efectos más permanentes y negativos en el individuo, especialmente si ocurre dentro del ámbito familiar.

Abuso emocional; Es causada por adultos que presentan conductas como rechazar al niño y adolescente, amenazarlo, negarlo, humillarlo, dejarlo solo, intimidarlo, encaminarlo al delito y no satisfacer sus necesidades emocionales. Los niños y adolescentes expuestos a esto pueden experimentar fracaso escolar, trastornos del aprendizaje, ausentismo escolar, agresividad, mentiras, suicidio, etc. es observado. Cuando se extiende hasta la edad adulta, surgen sus efectos que causan ataques de pánico, problemas de sueño y obsesiones.

Las investigaciones muestran que el abuso es extremadamente común; pasar hambre, ser golpeado, abusado sexualmente, fumado, etc. El número de niños quemados es bastante elevado.

Cuando se juntan las siguientes condiciones aumenta la probabilidad de maltrato infantil;

-Estrés en el entorno familiar,

-Bajos ingresos,

-Número excesivo de hijos en la familia,

-Haber estado expuesto a malos comportamientos en el pasado de la madre y el padre, violencia doméstica,

-Dificultades de aprendizaje en el niño,

- p>

-Discapacidad física en el niño.

El trauma causado por el abuso sexual vivido en la infancia se extiende durante un período muy largo y constituye la fuente de problemas emocionales, conductuales y sociales. Las personas que sufren abusos a menudo no comparten sus historias de abuso sexual con nadie. Especialmente los niños se disocian cuando se encuentran con dolores repetidos que no pueden soportar. Se distancian mentalmente del suceso que están viviendo y pueden actuar como si no existiera. Así, las experiencias de abuso sexual que se reprimen y se quieren olvidar afectan negativamente al desarrollo físico, psicológico, social y a la vida de la persona. Por esta razón, cuando se conoce la situación, es sumamente importante contar con apoyo profesional en lugar de cuestionar a la persona o permanecer indiferente ante la situación.

Durante el proceso de tratamiento relacionado con el abuso, se interviene con las personas adecuadas. Técnicas de tratamiento que utilizará el terapeuta. El cliente recibe apoyo a través de la experiencia, la cooperación y un entorno de confianza establecido del terapeuta. Se ha alcanzado la solución prevista.

Leer: 0

yodax