¡Si pudiera escapar de mi infancia por un tiempo!

Vivimos con crecimiento y contracción, niño y adulto, devoción, individualización, agitación y tranquilidad, yendo y viniendo en el presente y el pasado. A veces trato de levantarme, me levanto, me levanto, pero llega un momento en que caigo, me vuelvo infantil, me vuelvo inadecuado. No estoy seguro si es miedo. Intento caminar, dar pasos, salir del espacio de mi hijo, convertirme en adulto, individualizarme, crecer. A veces no puedo equilibrar el ritmo. A veces trato de ir tan rápido que es como si intentara dejar atrás mi lado infantil. ¿Es esto lo que debería ser? ¿Debería dejar mi lado de la infancia en un estante de un armario, fingir que lo olvido o tratar de ocultar el dolor en el fondo de mi armario? No funciona, no es suficiente. Dondequiera que intento dejarlo en el armario o en el estante, no se queda. Parece que está listo para terminar en cualquier momento. Es como si nunca lo dejara ir. A veces me estrangula, a veces se enreda en mis pies. A veces me frena, a veces me corta la respiración. Me está frenando, me está bloqueando. Ya sabes, incluso si intentas obligarte a olvidar algunas cosas, siempre trata de recordártelo en tu mente, y nunca desaparece, y al contrario, se queda atrapado en tu mente aún más cuando intentas olvidarlo. . Los recuerdos del pasado se vuelven como una carga. Por eso intento dejarlo en la nevera. Yo digo que no me detengas.

Pero a menudo olvido esto; Voy tan rápido para intentar olvidarlo que constantemente intento forzar un paso para suprimir ese dolor. Sin embargo, si lo acepto, serán recuerdos del pasado. Es pasado como su nombre indica. El pasado ya es pasado...

Pero no ha terminado, ¿sabes por qué? No ha terminado porque siempre intenté dejarlo ahí en el pasado, porque lo obligué a meterlo en el armario, porque intenté alejarlo de mis pensamientos. Como dije, se atasca cuanto más intentas no pensar en ello. Sin embargo, si acepto que estoy en mi pasado y en mi presente, esto también se relajará, no me agarrará por la garganta y me detendrá la respiración, ni me agarrará y me frenará. La gente envejece y crece, pero le resulta difícil madurar. ¿Debo aceptar los aspectos opuestos, mi insuficiencia en unas materias, mi competencia en otras, o ser un niño en algunas materias, por ejemplo? A veces si tuviera que enfrentar mis recuerdos como adulto, a veces si me encogiera, ¿no sería frente a mis miedos o qué pasaría si me encogiera? ¿Tengo que mantenerme firme y luchar contra mis miedos? Por ejemplo, a veces, si yo fuera niño, mi madre jugaba con mi pelo. Base ¿Sería demasiado niño si fuera un niño y saltara al barro? ¿O debería sentarme en algún lugar cuando sea adulto, pensar en mis recuerdos pasados ​​y mirar el barro? ¿Qué pasa si me quedo en el momento por un tiempo, me convierto en un niño y maduro?

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