Discapacidad y familia

El nacimiento de un hijo con discapacidad afecta muchas veces a la relación entre los padres y a toda la funcionalidad de la familia. Cuando las familias se enteran de que su hijo tiene una discapacidad, experimentan una intensa sorpresa y shock, seguido de un período de negación de que la enfermedad y la situación de riesgo mejorarán y desaparecerán con el tiempo. Durante este periodo, el personal sanitario debe responder a las dudas de la familia, aunque sea difícil, e informarles todo lo que pueda. Pasado este plazo se inicia el plazo relativo a la aceptación de la enfermedad. Durante este período, los sentimientos de ira y culpa pasan a primer plano en la familia. Pueden sentirse enojados con el personal médico, el médico y especialmente con las propias madres. De hecho, durante este período, es beneficioso hablar abiertamente sobre estos sentimientos y compartir pensamientos sobre aquellos a quienes se considera responsables. En otras palabras, es un alivio para ambas partes conocer abiertamente los pensamientos del otro.

Algunos comentarios hechos por cónyuges, amigos y familiares durante este período pueden presionar a la madre, que ya tiene tendencia a culparse a sí misma. , para pensar aún más. A veces, una madre puede sentirse inadecuada a la hora de criar a sus hijos y pensar constantemente que le falta algo. Especialmente durante este período, es importante que los cónyuges se apoyen mutuamente y se digan que están tratando de hacer lo mejor que pueden. Posteriormente, con el proceso de aceptación de la enfermedad, las familias hacen planes de tratamiento.

Un niño con una enfermedad o discapacidad física necesita muchos más cuidados y esfuerzos por parte de su familia que los niños sanos. Algunos estudios han descubierto que en estas familias se producen más estrés y emociones negativas. Esto a veces fortalece los lazos familiares y en ocasiones hace que el padre se aleje más de la familia.

Dado que la persona más importante en el cuidado del niño enfermo suele ser la madre, a menudo se ve el papel del padre. como sin importancia. En este proceso, por supuesto, las dificultades económicas pueden dejar al padre en una situación difícil.

Una buena relación matrimonial es muy importante para combatir la discapacidad del niño. Las madres definieron a sus cónyuges como su apoyo social más importante y enfatizaron que las buenas relaciones con amigos y familiares fortalecen a los padres.

Por lo tanto, los problemas son causados ​​por sus cónyuges. Compartir tiempo juntos, que las familias dediquen tiempo a pasatiempos y brindar información práctica que las instituciones educativas privadas pueden brindar en casa facilitan que los cónyuges se gestionen entre sí. También es importante explicar claramente los obstáculos a la familia y hacer planes para el futuro. Aumentar la comunicación dentro de la familia no sólo ayudará a los padres a relajarse, sino que también ayudará directamente a que sus hijos se relajen.

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