Mi boleta de calificaciones y mis vacaciones

Otro semestre ajetreado de clases y exámenes ha llegado a su fin. Durante el período de boleta de calificaciones, la madre, el padre y el niño esperaban emocionados.

Los padres y los niños trabajaron juntos durante este período, que transcurrió en un dulce ajetreo.

El La boleta de calificaciones recibida al final de un período significaba ser una boleta de calificaciones de los padres tanto como el niño se lo merece. Es mucho más fácil aceptar el éxito que aceptar el fracaso. Es necesario retroalimentar a nuestros hijos por su esfuerzo y hacerlos sentir importantes, además de premiarles por tener un período exitoso. Las recompensas no necesariamente deben ser cosas compradas con dinero. Una relación de calidad con el niño y un tiempo de calidad con él también es una recompensa.

Tiempo de calidad no es "llevar al niño a un restaurante a comer". Un niño y un padre con algo en la boca simplemente se miran. El tiempo de calidad es aquel en el que hay interacción, intercambio mutuo de emociones y, al final, todos pueden ser felices.

 La necesidad básica de un niño es sentirse valorado por ti en todas las circunstancias. Haga que su hijo sienta que lo acepta incondicionalmente, sin importar cómo sean sus calificaciones.

Asegúrese de que su única agenda de comunicación no sean las calificaciones, los exámenes y las lecciones. Siempre que os reunís lo único que hacéis es no estudiar, o evitar hacer preguntas a vuestro hijo sólo sobre las lecciones.

 Evalúa los motivos de la baja nota, discute y decide con tu hijo qué hacer.

– Revise la rutina de estudio de su hijo y su motivación para el próximo trimestre.

– Prefiera recompensas emocionales, no recompensas materiales. Abrazarlo, decirle lo mucho que lo amas o planear un día juntos será el mejor regalo.

– Déjalo descansar durante el periodo vacacional, no tengas prisa y presionalo para que se recupere. Para sus notas, antes que nada, recuerde que las notas siempre se pueden compensar.

Para un niño en edad preescolar, las vacaciones no deberían ser sólo televisión y ordenadores. Debemos prestar atención a tener rutinas durante el periodo vacacional. Mantener rutinas invariables y mantener algunos hábitos es importante para el desarrollo de los niños, si se alteran por completo pueden provocar tanto algunos problemas de conducta como problemas escolares. Es posible que encuentre dificultades de adaptación a su regreso. Por ejemplo, las necesidades básicas como los hábitos alimentarios y las horas de sueño deben continuar como una rutina. Se recomienda apoyar el área de desarrollo que necesita apoyo dándole pequeñas responsabilidades adecuadas a su edad. Las pequeñas responsabilidades también respaldarán el sentido del deber de su hijo. Por ejemplo, si un padre no es demasiado meticuloso y protector con un niño que necesita apoyo en el desarrollo motor fino y le brinda muchas oportunidades para sostener cucharas en casa, esto apoyará su desarrollo muscular y sus habilidades de autocuidado.

Si crees que tu hijo podrá cubrir sus propias necesidades y estar cómodo, claro, si conoces el lugar al que va o sus familiares y amigos, no está de más quedarse. allá. Para los niños en edad preescolar (2+), es natural que quieran quedarse con las personas más cercanas, como sus cuidadores, durante mucho tiempo, pero sus niveles de ansiedad pueden aumentar, por lo que realizar pequeñas actividades durante el tiempo que están separados les ayudará a reducir su ansiedad. Al poner tantos objetos como días estarán separados (pueden ser pequeñas notas o comidas que les gusten) en una caja que prepararán y decorarán juntos, puede darle uno cada día por la mañana y decirle que Estarás allí cuando termine.

Que tengas unas buenas vacaciones

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