La extracción dental es uno de los tratamientos que los pacientes tienen más dificultades para aceptar psicológicamente. Retrasar o descuidar el tratamiento también provoca la progresión de la caries en el diente y el encogimiento de la parte del diente en la boca. Los dientes que se han deteriorado completamente con el tiempo y han quedado solo como raíces, o los dientes que se rompen durante la extracción y algunas de sus raíces permanecen en el hueso, generalmente se consideran extracciones difíciles y se derivan a un cirujano maxilofacial. En pacientes cuya raíz dental se rompe durante la extracción, si se aplica el mismo día sin dejar tiempo para el cierre del tejido blando, puede existir la posibilidad de acceder a la raíz a través del alvéolo. En tal caso, la raíz se puede extraer sin necesidad de realizar una incisión adicional. Sin embargo, si la encía está cerrada o los dientes se han deteriorado con el paso de los años y han caído por debajo del nivel gingival, generalmente se planifica la extracción quirúrgica. Con la película de rayos X tomada del paciente se examina en detalle el área de extracción y la ubicación, posición y forma de la raíz que queda en esta área. Luego se adormece localmente el área. Durante el procedimiento, el paciente siente que se trabaja la zona, siente presión y no siente dolor. En estas zonas se realiza una simple incisión en la encía, se extrae el hueso y se intenta llegar a la raíz restante. Después de la extracción, hay puntos en la boca, puede ocurrir hinchazón, hematomas y limitación en la apertura de la boca. Estos síntomas desaparecen en aproximadamente una semana y los puntos se retiran al final de la primera semana. El paciente debe prestar atención a la comida y bebida durante los primeros días y debe cuidar la zona de la herida. En los fumadores, dejar de fumar durante un cierto periodo de tiempo después de la extracción será fundamental para la cicatrización de la herida. El proceso de curación en el área de extracción no muestra ninguna diferencia entre la extracción normal y la extracción quirúrgica. El tejido blando se cierra en aproximadamente una semana y el relleno óseo tarda unos tres meses.
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