¿El pasado se ha ido o no? Desde el comienzo de la existencia, la estructura humana consta de una estructura compleja (compleja). Lo que llamamos vida es el ciclo de acontecimientos. Los acontecimientos constituyen la dinámica de este ciclo y las emociones forman la base de los acontecimientos. Nos encontramos en un ciclo de acontecimientos que incluye todas las emociones de la tierra, buenas o malas, felices o infelices, que nos transportan hasta el presente. Vivimos nuestros sentimientos, vivimos nuestros acontecimientos. En esencia, podemos dejar las cosas atrás. ¿Qué pasa con nuestros sentimientos?
De hecho, la situación llamada vivir en el pasado no es la continuación de los acontecimientos. En nuestro pasado, podemos encontrarnos con situaciones que nos sacuden, nos alteran, afectan nuestra vida por completo y contienen todas las emociones negativas. Y después de este encuentro, pensamos que nunca volveremos a ser los mismos. ¡Pero hay un hecho que se pasa por alto! Las condiciones físicas y los eventos siempre pueden cambiar y quedar atrás, porque no tenemos poder para detener el tiempo, no podemos quedarnos en ese momento, el evento pasa, pero la verdadera destrucción que crea en nosotros es nuestra perspectiva y emociones. La persona que vive en el pasado no puede superar el sentimiento que ha tenido lugar en él, sucumbe a él y por tanto permanece apegado al pasado. Todas estas situaciones son una serie de emociones que nos cuesta aceptar, que no podemos cambiar, que no podemos definir y que provocan que nos quedemos atrapados en el pasado. En realidad no reconocemos ni conocemos estos sentimientos que reprimimos por dentro, porque no lo sabemos, reflejamos la expresión de la emoción, no la esencia. En ese punto, aceptamos nuestro comportamiento y lo que lo acompaña, no nuestros sentimientos. A esto lo llamamos emoción secundaria. Las emociones secundarias, sin saberlo, se convierten en nuestras máscaras, alejándose de la esencia del problema y de la mera emoción real. Pero la solución para hacer las paces con el pasado y establecer un vínculo saludable con él es afrontar nuestras emociones primarias. ¿No es hora de encontrar, aceptar y ser consciente de tus emociones puras primarias? Si dices que sí, nos gustaría acompañarte en este proceso terapéutico. De esta forma te librarás de la negatividad que provoca todo aquello que no puedes dejar atrás.
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