Para un proceso de tratamiento saludable de las hemorroides, como en todas las enfermedades anales, el paso más importante es conocer las quejas del paciente y conocer la historia de la enfermedad durante la fase de diagnóstico. Las hemorroides se pueden diagnosticar durante un examen realizado por un médico especializado en enfermedades del área anal.
El diagnóstico de hemorroides generalmente se puede determinar mediante tacto rectal, pero en algunos casos, también puede incluir rectoscopia si el paciente se queja de sangrado anal. Tras el examen, si es necesario, se podrán solicitar a la persona diferentes pruebas. Esto es porque; Las enfermedades intestinales que causan tumores del sistema digestivo o del intestino grueso también pueden mostrar los mismos síntomas que las hemorroides. Para no permitir que esta similitud afecte el diagnóstico y descartar otras enfermedades que puedan causar síntomas, es posible que se necesite una colonoscopia para un diagnóstico definitivo.
Existe más de una etapa (grado) de la enfermedad de las hemorroides. En casi ninguna de estas etapas, las hemorroides no pueden desaparecer por sí solas. Los métodos a base de hierbas y las curas preparadas que se pueden aplicar en casa sin el consejo de un médico sólo pueden provocar que cambie la extensión de la enfermedad. El cambio de etapas es un factor que también puede afectar el proceso de tratamiento de las hemorroides. Los medicamentos, cremas o métodos a base de hierbas autoadministrados solo pueden adormecer el área momentáneamente y brindar alivio al paciente durante un período temporal muy corto. Sin embargo, es poco probable que estos métodos, que se pueden aplicar en casa, den resultados definitivos. Si bien no cura la enfermedad, solo puede causar que los síntomas y el grado de la enfermedad aumenten.
Las personas generalmente describen el ano y el área anal como un área íntima y privada. Por este motivo, los pacientes sienten vergüenza o vergüenza a la hora de recibir tratamiento ante cualquier problema que surja en la zona. Esta actitud es bastante errónea. Porque a medida que se pospone el tratamiento de enfermedades anales como las hemorroides, las molestias pueden intensificarse. En lugar de abstenerse de ser examinado, se debe consultar a un médico tan pronto como se noten los síntomas. Hay que saber que, como en todas las enfermedades, el diagnóstico precoz es importante en las enfermedades anales.
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