Actitudes familiares hacia las dificultades de aprendizaje

Para los individuos, el aprendizaje no solo incluye las habilidades adquiridas en un campo particular o el conocimiento académico adquirido, sino que se refiere a un proceso que dura toda la vida.

Los niños inician automáticamente sus procesos de aprendizaje a través de los estímulos que los rodean desde el momento en que nacen. Algunos niños pueden tener dificultades con la lectura, la escritura u otras habilidades relacionadas con el aprendizaje, lo que puede ser un signo de una discapacidad de aprendizaje. La discapacidad de aprendizaje se puede definir como la dificultad de un niño en una o más áreas relacionadas con el aprendizaje. No es síntoma de retraso mental, pereza o baja motivación.

Algunos síntomas de problemas de aprendizaje son los siguientes:

Se pueden dar como ejemplos dislexia (dificultad para leer), discalculia (dificultad para aprender matemáticas), disgrafía (dificultad para escribir) y dispraxia (trastorno de coordinación motora).

No es necesario observar todos los síntomas anteriores para diagnosticar un trastorno del aprendizaje; es importante realizar un diagnóstico temprano. Durante la fase de diagnóstico se evalúa el rendimiento académico, se aplican pruebas de inteligencia y otras pruebas desarrolladas.

Las dificultades de aprendizaje suelen ir acompañadas de déficit de atención e hiperactividad, pero también pueden presentarse trastornos de depresión y ansiedad. Para su tratamiento se debe aplicar formación preparada por expertos, y si existen problemas acompañantes se debe consultar a un médico o terapeuta.

Las actitudes familiares juegan un papel importante en el proceso de tratamiento de los trastornos del aprendizaje. El niño está en la escuela, centro de rehabilitación o cuidado privado. La educación que recibe en la primera institución educativa debe continuar paralelamente en la familia. Debe haber coherencia y cooperación entre la familia del niño, el maestro y el psicólogo.

Las familias de niños con problemas de aprendizaje deben exhibir las siguientes actitudes:

Los niños con necesidades especiales a menudo también tienen habilidades especiales, como perseverancia, sensibilidad, resiliencia y paciencia. Estas habilidades son mucho más importantes que memorizar perfectamente el alfabeto o copiar letras. Todos los niños progresan, pero este progreso Su frecuencia y magnitud varían de persona a persona. Para desarrollar el sentido de confianza en sí mismo del niño, se deben apoyar sus puntos fuertes.

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