Siempre retratamos la ansiedad como "algo malo". La ansiedad es en realidad nuestro mecanismo de alarma ante las amenazas de nuestro entorno. Es un elemento que nos permitirá estar atentos a situaciones que puedan perjudicarnos evolutivamente.
Es necesario para nuestra supervivencia. Sin embargo, aquí debemos distinguir entre ansiedad saludable y no saludable.
Mientras que la ansiedad saludable entra en juego cuando hay una situación de peligro realista, la ansiedad no saludable puede considerarse como el sonido continuo del mecanismo de alarma y sus fracaso como resultado, cuando no hay peligro. Imagina la presencia de una alarma que sigue sonando en tu cabeza. ¿Qué tan molesto es eso? Este mecanismo de alarma, que entra en juego cuando no hay peligro, incomoda mucho a la persona y puede convertirse en un problema que le cueste afrontar. Sin embargo, la ansiedad nos advierte de posibles desastres y sirve para tomar medidas para evitar el peligro, o al menos prepararnos para él. Entonces, ¿cómo decidimos si preocuparnos o no por una situación que realmente enfrentamos? Echemos un vistazo juntos.
En primer lugar, cuando nos encontramos con una situación que nos provocará ansiedad y el mecanismo de alarma empieza a dispararse, debemos prestar atención y preguntarnos: ¿Cuáles son las señales de que estoy en peligro? ¿Hay evidencia de ello? Nuestras mentes normalmente intentarán convencernos de la existencia de estos signos, en cuyo caso podemos mirarnos a nosotros mismos desde fuera e intentar encontrar argumentos alternativos más racionales. Por ejemplo, imagina que tu situación le pasó a un amigo y le diste un consejo. ¿Qué le dirías a tu amigo? Los argumentos que probablemente encontrará aliviarán su ansiedad y le ayudarán a desarrollar una perspectiva diferente de la situación.
Cuando consideramos que nuestros pensamientos, sentimientos y conductas se desencadenan entre sí, estos cambios en nuestro sistema de pensamiento cambiarán nuestras emociones y por tanto nuestras conductas. Estos consejos son la clave para sentirse mejor.
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