Fracturas de rótula

La rótula es el hueso de la rótula. Está ubicado en el mecanismo extensor delante de la rodilla y actúa como palanca durante la extensión de la rodilla. Las fracturas de rótula representan aproximadamente el 1% de todas las fracturas. Los traumatismos directos e indirectos pueden provocar fracturas de rótula. Las fracturas de rótula se pueden clasificar simplemente en fracturas desplazadas y no desplazadas. Es importante evaluar el mecanismo extensor. Las fracturas no desplazadas con continuidad extensora se pueden tratar de forma conservadora con un yeso cilíndrico. Las fracturas desplazadas requieren tratamiento quirúrgico.

Etiopatogenia: Las cargas que provocarán fracturas en la rótula se dividen en dos: directas e indirectas. Los golpes directos y las colisiones sobre la rótula, que es muy superficial debajo de la piel, provocan fracturas tras la carga directa sobre la rótula. Por ejemplo, el mecanismo directo causado por una caída de rodilla sobre un suelo duro o un golpe de rodilla contra el tablero de un automóvil crea fracturas que van desde simples fracturas transversales hasta fracturas conminutas. Las fracturas que se desarrollan con un mecanismo de lesión indirecta se desarrollan en cargas que causan una contracción repentina y fuerte del músculo cuádriceps o que obligan a la rodilla a flexionarse en un momento mientras este músculo está en fuerte contracción.

Fracturas que ocurren con Un mecanismo directo son las fracturas que están más antideslizantes o menos desplazadas. En las fracturas transversales simples que se desarrollan de esta forma no se observa una separación significativa en los fragmentos. En la mayoría de los casos de fracturas conminutas, hay amplias separaciones entre los fragmentos y desgarros en el retináculo lateral y medial.

Síntomas y hallazgos: El cuadro clínico se desarrolla dramáticamente en proporción a la extensión de la fractura y lesión, principalmente en el área de la articulación, se observa hinchazón. La hinchazón dolorosa en la rodilla y la debilidad o incapacidad para extenderla deben sugerir una fractura de rótula. Si hay separación en la fractura, el fragmento superior se desliza hacia arriba con la contracción del cuádriceps, mientras que el fragmento inferior gira hacia adelante, debajo de la piel. En este caso, la separación de los fragmentos se siente mediante palpación. Esto se llama síntoma escalonado. Los desgarros en los procesos retinaculares adyacentes a la rótula no pueden permitir la extensión activa de la rodilla.

 

Radiológicamente, un diagnóstico definitivo se realiza con radiografías anteroposterior y lateral. Y con estos exámenes radiológicos se revela el tipo de fractura. En fracturas de borde, radiografías anteroposterior y lateral. Es obligatorio realizar radiografías tangenciales de rótula.

 

Tratamiento: En primer lugar, si tras la fractura hay acumulación excesiva de hematoma, se aspira, y luego se coloca la rodilla en extensión en una férula de yeso ranurada. En las fracturas transversales que no alteran la forma anatómica de la rótula y donde no hay escalera en la superficie articular, hay una distancia de 2 a 4 mm entre los fragmentos de la fractura. El tratamiento conservador se aplica en pacientes con un espacio de 1,5 mm pero en los que el retináculo lateral no está dañado o en fracturas longitudinales. En estos casos, son suficientes 4-6 semanas de fijación con un yeso cilíndrico para la pierna. 4mm entre fragmentos. y en fracturas más abiertas, la continuidad de las superficies articulares es esencial. En este caso, los fragmentos se unen con alambres de cerclaje de acero inoxidable o tornillos mediante cirugía abierta. Se suturan los desgarros del retináculo. El objetivo es restaurar la integridad anatómica de la rótula, tras la cirugía el paciente debe recibir fisioterapia bajo el control del médico y fisioterapeuta.

 

Leer: 0

yodax