Es muy importante distinguir entre abscesos mamarios agudos y abscesos crónicos. Porque sus tratamientos son muy diferentes.
ABSCESO AGUDO DE LA MAMA
El absceso de mama agudo puede manifestarse con enrojecimiento en la piel de la mama, dolor, sensibilidad, hinchazón, aumento de temperatura local en la mama, e incluso fiebre sistémica. Podemos examinar estos abscesos en dos grupos: abscesos asociados con la lactancia y aquellos que se observan sin lactancia. Es más común entre las edades de 20 y 50 años. Los abscesos asociados con la lactancia materna generalmente son causados por grietas en el pezón que se forman después de que el bebé succiona. En las primeras semanas del bebé, éste no puede succionar con suficiente fuerza. La estasis de la leche, que se produce como resultado de un vaciado inadecuado de la leche, crea una tendencia a la infección. Por este motivo, los abscesos mamarios son más comunes en las primeras 12 semanas.
Precaución:
Después de cada lactancia, se debe limpiar el pezón con un algodón limpio y agua tibia. Para prevenir grietas en los pezones se pueden utilizar cremas para pezones que no sean perjudiciales para el bebé. Se debe limpiar nuevamente el pezón con agua tibia antes de amamantar y se debe dar leche al bebé. Si las grietas se profundizan, se puede continuar amamantando usando el dispositivo para pezones hasta que sanen. Si hay hinchazón y sensibilidad en cualquier zona del seno, se debe sospechar estasis de leche. En este caso se debe intentar aliviar el estasis mediante un masaje en los senos acompañado de toallas tibias o un baño tibio. Si no se produce ablandamiento, se debe consultar a un médico.
Tratamiento:
A pesar de estas precauciones, se puede observar la formación de un absceso en un área de la mama, generalmente en la parte superior. cuadrantes exteriores. En este caso, se debe drenar el absceso. Generalmente, el drenaje del absceso asistido por jeringa es suficiente. Posteriormente se deben utilizar medicamentos y antipiréticos adecuados al periodo de lactancia. En casos raros retrasados, puede ser necesario un drenaje abierto. Es posible que se prefieran los medicamentos orales durante estos períodos.
Durante el tratamiento, se debe vaciar el seno con un extractor para evitar la estasis de leche. Se debe continuar amamantando del otro seno, pero la lactancia del seno con absceso es controvertida. Por seguridad del bebé se debe esperar hasta que el absceso cicatrice y no se debe utilizar leche extraída con sacaleches en este proceso.
GALACTOCELE
Es un quiste de la leche que ocurre después de terminar la lactancia materna. No es clínicamente importante. Algunas madres continúan liberando leche una vez finalizado el período de lactancia. En este caso se debe evitar que la leche quede en el pecho y se debe vaciar con un extractor. En raras ocasiones, un galactocele puede infectarse y provocar un absceso mamario. Como ocurre con otros abscesos, se trata con drenaje y medicación sistémica.
Leer: 0