El miocardio, también conocido popularmente como músculo cardíaco, forma una gran parte del corazón. Este músculo, al igual que otros músculos estriados del cuerpo, puede inflamarse debido a infecciones.
¿Qué es la miocarditis?
Las bacterias, los hongos, las enfermedades autoinmunes y los agentes farmacológicos, especialmente los virus, pueden Causa inflamación del músculo cardíaco. Esta afección, que en medicina se define como miocarditis, es mayoritariamente asintomática, es decir, asintomática, pero en algunos casos puede tener consecuencias graves que pueden provocar insuficiencia cardíaca o la muerte.
La incidencia de miocarditis, que constituye aproximadamente el 25% de las enfermedades del músculo cardíaco, no se puede determinar claramente en la población general porque la enfermedad es mayoritariamente asintomática y puede curarse espontáneamente. La miocarditis, que también puede definirse como una inflamación de la capa media de la pared del corazón, provoca el deterioro de las células del músculo cardíaco. Las infecciones virales suelen ser la fuente de la enfermedad. Por lo tanto, las personas que no están vacunadas contra infecciones virales, consumen drogas, tienen relaciones sexuales sin protección y no cumplen con las normas de higiene personal están en el grupo de riesgo de padecer miocarditis.
¿Cuáles son los síntomas de la miocarditis?
En los casos leves de miocarditis, la enfermedad se presenta principalmente y, aunque no causa ningún síntoma, en casos graves se pueden observar algunos síntomas. Aunque estos síntomas varían según la causa de la enfermedad, la mayoría de los síntomas como dolor en el pecho, latidos del corazón diferentes a los normales, problemas respiratorios en reposo o durante la actividad, hinchazón en los pies o piernas, (edema), dolores corporales y articulares, debilidad, fiebre, dolor de garganta, diarrea...hace que aparezca. La enfermedad, que se puede observar en todos los grupos de edad, puede causar síntomas como fiebre alta, desmayos y cambios en el color de la piel, especialmente en niños.
¿Cuáles son las causas de la miocarditis?
Virus, bacterias, parásitos u hongos en diferentes partes del cuerpo, infecciones y algunas enfermedades autoinmunes pueden causar miocarditis. La miocarditis es causada principalmente por infecciones virales. Sin embargo, las bacterias que causan la difteria y la enfermedad de Lyme y las enfermedades sistémicas como el lupus también pueden causar miocarditis. Además de todo esto, algunos fármacos, antibióticos y el uso de fármacos que provocan reacciones tóxicas también pueden provocar inflamación del músculo cardíaco. puede provocar asfixia.
Cuando la inflamación es grave o no se trata, puede producirse un daño irreversible al músculo cardíaco. Dependiendo de la magnitud del daño, puede provocar problemas de salud graves, como insuficiencia cardíaca. Como resultado de esta situación, que hace que el cuerpo no pueda bombear suficiente sangre, aumenta la posibilidad de formación de coágulos, lo que puede provocar afecciones potencialmente mortales como el infarto agudo de miocardio (ataque cardíaco) y el derrame cerebral.
¿Cuáles son los métodos de diagnóstico y tratamiento de la miocarditis?
Para el diagnóstico de miocarditis, el médico primero escucha la historia del paciente y luego realiza un examen físico. Para aclarar el diagnóstico, se realiza un electrocardiograma para observar la actividad eléctrica del corazón. Se puede colocar un holter a la persona para controlar el ritmo cardíaco y la presión arterial. La ecocardiografía (ECHO) se realiza para evaluar las funciones del corazón. Es posible que se realicen pruebas radiológicas adicionales, como radiografías de tórax y resonancias magnéticas.
Además, es posible que se requieran pruebas de laboratorio para controlar la presencia de infecciones relacionadas con la miocarditis. Cuando se considera necesario, se realizan cateterismo cardíaco y pruebas de biopsia endomiocárdica para aclarar el diagnóstico. Una vez realizado el diagnóstico de miocarditis, generalmente se inicia la terapia con medicamentos. Se organiza un tratamiento personalizado para la regulación del ritmo cardíaco y eliminación de edemas. En casos de miocarditis avanzada se realizan aplicaciones como dispositivo de soporte ventricular, balón de contrapulsación intraaórtico y oxigenación por membrana extracorpórea. En casos más graves, puede ser necesario un trasplante de corazón.
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