Todo el mundo tiene una opinión sobre sí mismo. Pensamos constantemente en nosotros mismos a lo largo del día, aunque sea sin querer. Mientras los acontecimientos siguen sucediendo a nuestro alrededor, cuando estamos solos al final del día, inevitablemente asociamos las causas y consecuencias de los acontecimientos con nosotros mismos. ¿Está mal este análisis? No sería correcto responder a esta pregunta con un sí o un no. Debido a la naturaleza humana, este proceso es un proceso inevitable que ocurre automáticamente en nuestro subconsciente.
En la multitud, nos enfocamos en los aspectos positivos de nosotros mismos o en las características negativas de los demás debido a la abundancia de estímulos que nos rodean. a nosotros. Cuando estamos solos, nos centramos en los aspectos negativos de nosotros mismos.
“¡No podría dar la respuesta necesaria!”
“Mi confianza en mí mismo es muy baja, me encantaría cambiar eso”.
“Mi esposa no me encuentra lo suficientemente hermosa, me encantaría cambiar eso”.
“No puedo hacer reír lo suficiente a la gente, me encantaría cambiar eso”.
“Mi esposa no le gusta la comida que cocino, ¿cómo puedo hacer que cambie de opinión?”
“Veo las cosas de manera muy negativa, desearía poder cambiar eso”.
“No puedo controlar bien mi ira, me encantaría cambiar eso.”
“Tengo una carácter débil, me encantaría cambiar eso”.
Si ponemos como eje el cambio, huiremos de nosotros mismos y de nuestros problemas. Identificar nuestros problemas es fácil, pero determinar qué hacer a continuación es la parte difícil. Cambiar la opinión de la gente sobre ti es casi imposible. Es un proceso muy difícil entrar en la mente de las personas y cambiar sus pensamientos establecidos. En cambio, si elegimos estar en paz con nuestros propios defectos y mejorarlos, tendremos menos dificultades y estaremos más en paz con nosotros mismos.
En lugar de cambiar los defectos que analizamos durante los procesos de terapia y Al incorporar otras características que no nos pertenecen, estaremos en paz con las características que actualmente forman nuestro personaje y aprenderemos a descubrir nuevas formas de mejorarlas. Créame, el proceso es más natural de esta manera. Lo recibimos y ganamos el aprecio permanente de quienes nos rodean.
Por estos motivos, si estás pensando en iniciar el proceso de terapia, te recomiendo que elijas el desarrollo, no el cambio, como objetivo. Si esperas a que una nueva persona surja de tu interior, te estarás cometiendo una gran injusticia y puedes perder tu propio amor propio. Cree en el desarrollo, no en el cambio, y aumenta tu calidad de vida. Si haces esto, podrás sentir que puedes caminar más fuerte, más sólida y con más confianza a medida que avanzas hacia tus metas futuras.
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