hidrocefalia

La hidrocefalia es una afección que resulta de la acumulación de líquido cefalorraquídeo (LCR), el líquido normal del cerebro. El líquido cefalorraquídeo es un líquido que se encuentra en las cámaras del cerebro (ventrículos), alrededor del cerebro y en el canal espinal, y protege, nutre y equilibra el tejido cerebral. Sin embargo, en el caso de la hidrocefalia, la circulación normal de este líquido se bloquea y se acumula en las cámaras del cerebro, que se agrandan (dilatación ventricular). Dado que el líquido no puede salir del cráneo, la presión sanguínea aumenta dentro del cerebro y los síntomas de hidrocefalia se producen porque las funciones cerebrales están alteradas (y el cuarto ventrículo) es un sistema de drenaje de líquido cefalorraquídeo interconectado. La mayor parte del líquido cefalorraquídeo (LCR) es producido por el órgano aterciopelado llamado plexo coroideo en los ventrículos laterales del cerebro, y una parte es producida por el propio cerebro y transferida al tercer ventrículo ubicado en el medio del cerebro. Desde aquí es evacuado al 4º ventrículo en el cerebelo, y de allí tanto a la superficie del cerebro como a la médula espinal, a través del canal que llamamos acuaducto (aquaductus Sylvii). Luego, el LCR es absorbido por ventosas en la superficie del cerebro y aspirado hacia las venas. Este proceso de circulación se sincroniza con los latidos del corazón y continúa durante 24 horas. La cantidad diaria de LCR producida en el cerebro humano adulto es de 400 a 500 cc. Cuando este sistema de evacuación se altera, mientras los ventrículos se expanden debido a la acumulación de LCR, la presión en el tejido cerebral aumenta y se produce el síndrome de aumento de la presión intracraneal (CIBAS). Esta condición se llama hidrocefalia. Por ejemplo, este flujo puede bloquearse debido a una hemorragia, un tumor, una infección o un defecto estructural congénito y puede desarrollarse hidrocefalia. La hidrocefalia provoca un aumento de la presión en el cerebro y daño al tejido cerebral. Muchos factores pueden influir en la formación de hidrocefalia. Estos incluyen anomalías estructurales congénitas, infecciones (como meningitis), hemorragia cerebral, tumores, traumatismos cerebrales y determinadas enfermedades neurológicas. La hidrocefalia puede ocurrir a cualquier edad, pero generalmente comienza en la infancia y la niñez. La causa más común de hidrocefalia en niños y ancianos son las hemorragias cerebrales.

Tipos de hidrocefalia

La hidrocefalia se puede dividir en diferentes tipos. Dos Hay tipos principales: hidrocefalia comunicante (no obstructiva) e hidrocefalia ocluida (obstructiva). En el caso de la hidrocefalia comunicante, el líquido cefalorraquídeo sigue circulando normalmente, pero su absorción se reduce o se altera. Este tipo de hidrocefalia se desarrolla después de la meningitis. En el caso de hidrocefalia ocluida, el flujo de líquido cefalorraquídeo entre los ventrículos se bloquea debido a una obstrucción. Los tumores generalmente causan este tipo de hidrocefalia. Síntomas Los síntomas de la hidrocefalia pueden variar según la edad y la tasa de desarrollo. En los bebés, los síntomas pueden incluir un rápido aumento de la circunferencia de la cabeza, fontanela estirada (hinchazón de la fontanela), inquietud, vómitos, anomalías en los movimientos oculares, dolor de cabeza, fatiga y regresión de las habilidades motoras. En niños y adultos, los síntomas pueden incluir dolor de cabeza, náuseas, vómitos, desequilibrio, problemas de visión, problemas de memoria, falta de coordinación y cambios de comportamiento. La hidrocefalia que se desarrolla después de hemorragias en adultos es urgente y puede ser fatal si no se trata rápidamente. Pero la hidrocefalia es una enfermedad que suele progresar lentamente y llama la atención con dolor de cabeza. A medida que avanza la hidrocefalia, se pueden agregar problemas de visión y generalmente comienzan 3 semanas después del inicio de la hidrocefalia. A veces comienza con visión borrosa en ambos ojos y otras veces en un lado. Esto se debe al edema del nervio óptico (nervio ocular). En este proceso, la hidrocefalia no se trata con urgencia. El edema del nervio óptico debe evaluarse en detalle mediante la realización de un examen del fondo de ojo. En pacientes no tratados, el edema del nervio óptico se transforma en atrofia del nervio óptico y provoca una pérdida permanente de la visión. La hidrocefalia en los ancianos suele progresar lentamente y es posible que no presente síntomas durante años. Con el tiempo, provoca molestias como dolor de cabeza, desequilibrio, pérdida de memoria e incontinencia urinaria.

Tratamiento

El tratamiento de la hidrocefalia suele incluir una intervención quirúrgica. Con la cirugía, se coloca un sistema de drenaje para asegurar el flujo normal del líquido cefalorraquídeo. Este sistema drena el líquido cefalorraquídeo de la zona de exceso de acumulación a otra zona, normalmente al abdomen. Estos sistemas de evacuación suelen contener un tubo delgado llamado derivación y una válvula (válvula) que actúa como sifón. ​​Los sistemas de evacuación permiten que el líquido cefalorraquídeo fluya de manera ordenada, resultando así en la hidrocefalia. alivia el dolor. Los sistemas de derivación más utilizados son el que evacua el líquido cefalorraquídeo llamado derivación ventriculoperitoneal desde el cerebro hasta la cavidad abdominal (derivación ventriculoperitoneal). Es posible que algunos casos de hidrocefalia no requieran cirugía y el tratamiento se puede controlar con medicamentos u otros métodos. Las opciones de tratamiento pueden variar según la causa de la hidrocefalia, la edad, la gravedad de los síntomas y otros factores. Además, existen muchas marcas y mecanismos de derivaciones con diferentes características. Por ello, es importante consultar con un especialista para determinar el plan de tratamiento más adecuado para un individuo diagnosticado con hidrocefalia

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