La artritis reumatoide (AR) es un reumatismo inflamatorio y es la enfermedad articular inflamatoria no séptica más común. La AR es un trastorno inflamatorio sistémico crónico de causa desconocida, caracterizado por un patrón simétrico de afectación articular. El sitio principal de su patología es la membrana sinovial de las articulaciones, es decir, la membrana de las articulaciones, pero también pueden ocurrir daños en cartílagos, huesos, tendones y ligamentos/fibras. Los tejidos sinoviales pueden inflamarse y proliferar, formando una membrana gruesa (pannus) que invade huesos, cartílagos y ligamentos, provocando daños y deformidades/deformidades en las articulaciones. Generalmente forma un patrón simétrico, lo que significa que se observa afectación articular en ambos lados del cuerpo.
¿Cómo comienza la artritis reumatoide?
La AR generalmente comienza con síntomas como dolor e hinchazón en las articulaciones, con una mayor afectación de las articulaciones durante semanas o meses. o insidiosamente. Hay una distribución simétrica en unas pocas semanas o meses.
¿Qué se entiende por afectación simétrica de las articulaciones en la AR?
La afectación simétrica es similar afectación de ambos lados del cuerpo, es decir, afectación del lado derecho e izquierdo del cuerpo.
¿Cuáles son los hallazgos de laboratorio típicos en los análisis de sangre en pacientes con AR?
La positividad del anticuerpo contra el péptido citrulinado anticíclico (anti-ccp) y el factor reumatoide (FR) son importantes para el diagnóstico. En particular, el anti-ccp tiene una especificidad del 98% para la artritis reumatoide. El paciente con AR activa tiene valores elevados de velocidad de sedimentación globular (VSG) y proteína C reactiva (PCR).
¿Puede haber síntomas fuera de la articulación? Artritis reumatoide y estos ¿Qué son?
Sí, puede ser, a estos los llamamos síntomas extraarticulares. Pueden presentarse síntomas como fiebre alta o crónica, inflamación de los ganglios linfáticos, pérdida de peso, debilidad, lesiones en la piel, inflamación ocular, afectación cardíaca, pulmonar y neurológica.
Cómo ¿Se trata generalmente la artritis reumatoide?
No tenemos ninguna posibilidad de erradicar la enfermedad de forma fundamental. Los métodos utilizados son tratamientos destinados a reducir el reumatismo inflamatorio y el daño articular. Medicamentos de acción prolongada para controlar y secar la inflamación. Se utilizan fármacos como metotrexato, salazoprin, Plaquenil y Arava. Además, las inyecciones e infusiones (medicamentos como Enbrel, Humira o Infliximab/Mabthera) utilizadas desde 1998 han adquirido importancia con sus efectos en los últimos 10 años. Es importante controlar todos estos medicamentos a intervalos regulares y realizar los análisis de sangre necesarios. El tratamiento se planifica específicamente para el paciente; En esto se priorizan la gravedad de la enfermedad, los problemas de salud que la acompañan y las necesidades individuales. Además, el descanso es la parte más importante del tratamiento de los pacientes con AR. Se recomienda el reposo de las articulaciones afectadas, especialmente durante los períodos de inflamación aguda. Excepto en el período agudo, los ejercicios equilibrados cuando el paciente se siente bien son beneficiosos para el paciente.
Algunas férulas y dispositivos simples llamados “férulas” pueden usarse para proteger las funciones de las articulaciones y prevenir sus deformidades. Estas férulas y férulas son muy efectivas para prevenir deformidades. También puedes ayudar a prevenir deformidades siguiendo algunas reglas:
a. Tenga cuidado de utilizar las articulaciones grandes en lugar de las pequeñas al realizar el trabajo. Por ejemplo; Al abrir una puerta, empújala con el brazo, no con la mano, o al abrir un frasco, ábrelo con la mano, no con los dedos.
b. Intente distribuir la carga entre varias articulaciones en lugar de una sola. Por ejemplo; Cuando levante un libro, sosténgalo con ambas manos, no con una.
c. Intente utilizar sus articulaciones en su posición más "natural". Evite agacharse y forzarse excesivamente. En algunos pacientes, es posible que se requiera cirugía para corregir deformidades, reducir el dolor o hacer que las articulaciones sean utilizables.
Existe la necesidad de una estrecha cooperación entre el médico y el paciente en todas las etapas de las decisiones de tratamiento.
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