Imagínese que una nave espacial aterrizara en la Tierra hoy. Doblas la esquina y un alienígena exuberante se encuentra frente a ti. Nunca antes en tu vida te has encontrado con algo así y no sabes qué hacer, cómo actuar. Probablemente tu primer movimiento será salir corriendo gritando. Cuando oímos hablar del corona por primera vez, no sabíamos qué hacer de la misma manera. La mayoría de nosotros nunca antes en nuestras vidas nos hemos encontrado con una epidemia. Quizás ni siquiera sabíamos lo que significaba una pandemia. Por supuesto, dimos la reacción más natural que pudimos y nos asustamos, huimos, nos escondimos.
En este período en el que poco a poco hemos ido incorporando la pandemia a nuestras vidas, algunos de nosotros parecemos ignorar la situación, mientras que otros seguimos protegiendo el primer día. Entonces, ¿cómo se vio afectada nuestra psicología en este proceso?
Muchos de nosotros pasamos más tiempo en casa que nunca. Nuestra rutina ha cambiado, nos hemos desviado de nuestras rutinas y nos hemos vuelto socialmente insociables. Nuestro estado de ánimo durante este proceso en realidad cambió en relación con cómo percibimos el proceso. Por ejemplo, una persona que durante mucho tiempo no pudo dedicar tiempo a sus aficiones percibió este proceso como una oportunidad, pero por otro lado, mantenerse alejado de la vida social le provocó graves problemas morales. E incluso había individuos con rasgos de personalidad introvertidos que no sentían mucha diferencia en sus vidas.
¿En qué punto te encontrabas? ¿Qué ves cuando miras hacia atrás en los últimos meses? Si crees que sólo pasé este proceso en la cama y no hice nada, entonces te estás cometiendo una injusticia. No todo el mundo tiene que producir todo el tiempo. Qué maravilloso si al escuchar a tu cuerpo y a tu alma, simplemente te dice que quiere descansar y lo has escuchado. Deberías agradecerte a ti mismo por poder proporcionarte lo que necesitas. Es posible que haya tenido problemas para concentrarse durante y después del período de cuarentena. No olvides que los cambios en nuestra vida diaria nos afectan en gran medida, aunque no siempre estén en nuestra conciencia.
¿Será siempre así?
El período de pandemia dejará grandes huellas en nuestra percepción de la vida, en nuestra forma de vida, y nuestra vida no será como antes. Pero esto no es tan malo como pensamos. Aprender a estar a solas con nosotros mismos, donde tengamos la oportunidad de conocernos a nosotros mismos. Habremos dejado atrás un proceso donde nos damos cuenta de que nuestras preocupaciones en la vida no son tan esenciales como pensamos. Lo que nos quedará de este proceso será la dirección que lo aprendido le dará a nuestra vida. Seguiremos viviendo como personas que han aprendido a ser pacientes y afrontar los problemas. Por supuesto, un día la pandemia terminará y volveremos a nuestro antiguo orden, que describimos como normal. Por supuesto, nuestras preocupaciones quedarán atrás…
Para superar este proceso de la forma más saludable, debemos seguir viviendo sin alterar nuestras rutinas. Por ejemplo, despertarnos a la misma hora y acostarnos a la misma hora, incluso los días que no vamos a trabajar. De esta forma podrás enviar el mensaje a tu cuerpo de que todo es normal. En otras palabras, le ocultarás a tu cuerpo que estás en una pandemia. Asimismo, prestar atención a tu dieta habitual aumentará la resistencia de tu organismo. Lo más importante es recordar que el mundo entero está pasando por el mismo proceso que tú y no estás solo.
Hazte un favor hoy y deshazte de tus preocupaciones . Comparte tus sentimientos con tus seres queridos y no dudes en buscar ayuda profesional cuando sea necesario.
Por unos días saludables…
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