De hecho, todos tenemos miedo de algo, la mayoría de estos miedos son herencia genética, es decir, alguien que nunca ha visto una serpiente, araña o ratón en su vida puede tener un miedo intenso incluso en el primer encuentro, o nosotros Podemos tener miedo de una situación o de un animal que identificamos con un trauma en la infancia para toda la vida. O podemos desarrollar miedos a través del aprendizaje (yo modelo el miedo de mi madre). O lo que no podemos afrontar dentro de nosotros mismos, de forma subconsciente; Podemos proyectar nuestro “lado libre, nuestro lado sucio, nuestro lado enojado, inmoral” o características similares en otros objetos y mantenernos muy limpios y morales. Por ejemplo, podemos identificar la ira con un gato, la libertad con una mariposa. Entonces, si descubro mi lado libre, me daré cuenta de la “prisión” en la que estoy ahora y puedo irme lejos de mis seres queridos y lo mejor es que le tenga miedo a la mariposa y no me aleje mucho de casa”. Hay cientos de tipos de fobia, como la fobia a los insectos, a los ratones, a los gatos, a los perros, la fobia social y la fobia a las alturas.
Entonces, ¿cuándo se debe tratar un miedo?; si tiene un efecto importante lugar en nuestras vidas, trabajo social Tratamos fobias o miedos si perturban nuestras vidas y relaciones.
¿Cómo se realiza el tratamiento de las fobias?: El primer paso del tratamiento es comprender qué significa el miedo o fobia para la persona y qué representa en el subconsciente Realizamos actividades de sensibilización y protección contra el miedo. A medida que una persona va conociendo las partes desconocidas de sí misma que teme, ya no necesita fobias. Por ejemplo, se recomiendan cambios controlados para que pueda experimentar un poco más su lado libre.
Además del entrenamiento de conciencia, se pueden experimentar mejoras rápidas incluso en 1 o 2 sesiones con métodos de tratamiento conductual como la superación. miedo, afrontar el miedo, soportarlo, etc. Con estos métodos, se alivian áreas sobrecondicionadas del cerebro que han reducido los umbrales de excitación y se comienzan a dar respuestas más tranquilas e incondicionadas. A veces hacemos trabajo aplicado con nuestros clientes y obtenemos los mejores resultados agregando métodos aplicados al tratamiento. Por ejemplo, para el miedo a los túneles, nos subimos a un coche y atravesamos un túnel, o para el miedo a los gatos, podemos trabajar en un parque con muchos gatos.
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