La leche y los productos lácteos son un grupo de alimentos importante que es necesario para una vida sana y una nutrición equilibrada tanto en la infancia como en la edad adulta. Se sabe que la leche y los productos lácteos afectan positivamente la salud ósea y dental debido a su rico contenido en calcio. Muchos estudios son sobre la relación de la leche y los productos lácteos con las enfermedades crónicas; Se ha enfatizado que el consumo de productos lácteos tiene efectos positivos en la reducción del riesgo de muchas enfermedades como la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de colon. Nuevamente, muchos estudios realizados en los últimos años se centran en la eficacia del calcio en los productos lácteos para controlar el peso; Se afirma que el calcio impide la absorción de los ácidos grasos formando jabón con los ácidos grasos, por lo que la energía extraída de las grasas disminuye y se observa un aumento de grasa en las heces.
En un estudio, hubo una diferencia entre dos grupos con una dieta baja en calcio y baja energía y una dieta alta en calcio y baja energía. Se informó que la pérdida de peso en el grupo de la dieta fue el doble que en el otro grupo. Además, la pérdida de tejido graso del grupo que consume una dieta rica en calcio es 3 veces mayor que la del otro grupo, y se ha enfatizado que el suministro de calcio a partir de productos lácteos hace que este efecto sea aún más pronunciado.
Es un hallazgo común de todos los estudios que comer alimentos ricos en calcio reduce el índice de masa corporal. La razón de esto es que el calcio compensa la deficiencia de la hormona llamada calcitrol, que es secretada por nuestro cuerpo e impide el almacenamiento de grasas. Además de impedir la absorción de grasas, una dieta rica en calcio también reduce el almacenamiento de carbohidratos y proteínas al convertirlos en grasas. Incluir fuentes de calcio, especialmente leche y productos lácteos, para asegurar la pérdida de grasa en un programa de nutrición adecuado y equilibrado elaborado según los hábitos alimentarios y las necesidades nutricionales de la persona, aumentará el éxito de la dieta. Consumir 3 porciones diarias de leche y productos lácteos bajos en grasa es eficaz para reducir tanto el índice de masa corporal como el porcentaje de grasa corporal. Aparte de la leche y los productos lácteos, otros alimentos ricos en calcio son; espinacas, rúcula, hojas de parra, pan integral, semillas de sésamo, almendras e higos.
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