¿Qué es? ¿Cómo se desarrolla?
El embarazo y el posparto provocan un cambio brusco en todos los tejidos y órganos del cuerpo, especialmente en las hormonas de la mujer. Estos cambios afectan la vida de las madres en diversas áreas y formas. En este período aumentan las responsabilidades de las madres y sus necesidades de apoyo hacia su entorno. En los casos en que no se satisfagan estas necesidades, puede surgir un sentimiento de insuficiencia. La depresión posparto se ve afectada por factores biológicos, químicos, psicológicos y sociales en el período posparto. Algunos ejemplos de estos factores son: Ser madre a temprana edad, nacimiento no deseado, bajo nivel de ingresos de la familia, falta de apoyo del entorno inmediato, restricción de la vida social, acontecimientos vitales negativos.
La depresión posparto puede ocurrir dentro de las 2 semanas posteriores al nacimiento o dentro de los dos años posteriores al nacimiento. El tratamiento de esta condición, que afecta negativamente la vida de una persona y limita su calidad de vida, puede realizarse con diversas intervenciones cognitivas, conductuales y emocionales. Además, la intervención médica se puede realizar bajo el control de un médico, si es necesario.
¿Cuáles son la prevalencia y los síntomas?
La depresión posparto se observa en aproximadamente el 15% de las mujeres que han dado a luz. Sin embargo, debido a la creencia de que dar a luz a un bebé es una situación en la que se debe ser feliz, se siente culpa por los sentimientos depresivos que se tienen, y la detección de este síndrome es limitada por la necesidad de esconderse. Los síntomas pueden ser: cambios de humor de tristeza, cambios repentinos de humor, angustia mental, malestar, desgana, pérdida de energía, trastornos del sueño y del apetito, indiferencia hacia el bebé, indiferencia, pensamientos de dañar al bebé o a otra persona, llanto incontrolable, confusión, sentimiento de culpa.
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