La palabra tumor proviene del latín y significa "hinchazón". Las masas recién formadas que antes no existían en nuestro cuerpo no son formaciones normales. Independientemente de su origen, debe ser examinado por médicos que estén específicamente interesados en este tema.
Los tumores (hinchazones) se dividen en dos: benignos y malignos.
Aunque los tumores benignos pueden crecen y dañan los tejidos cercanos, no tienen el potencial de amenazar directamente nuestras vidas.
Los tumores malignos pueden dañar las estructuras anatómicas que los rodean y amenazar nuestras vidas al propagarse (metástasis) a varios órganos del cuerpo. .
Los tumores óseos son tumores que se producen en el tejido óseo.
Los tumores óseos generalmente se presentan de dos formas:
A-Tumores que se originan en el propio tejido óseo (tumor óseo primario)
B- Los que se producen por la diseminación del cáncer de otro órgano al hueso (tumores óseos secundarios; metástasis óseas)
Tumores primarios del hueso
Los tumores primarios del hueso se dividen en 2;
1-Tumores benignos (benignos)
2-Tumores malignos (malignos)
Los tumores óseos benignos (benignos) son tumores que generalmente ocurren en la infancia y no siempre causan síntomas. Cuando debilitan la estructura del hueso, provocan dolor e hinchazón. La primera aplicación de este tipo de tumores benignos al médico suelen ser las fracturas provocadas por un simple movimiento. Los médicos llamamos a estas fracturas "Fracturas Patológicas". Es necesario operar tumores óseos benignos que aún no se han fracturado y fortalecer esa zona antes de que se produzca una fractura. Algunos tumores óseos benignos no suponen riesgo de fractura, pero provocan un dolor muy intenso.
Los tumores óseos malignos son tumores que se originan en el tejido óseo, dañan el tejido óseo que sostienen y pueden crecer fuera del hueso. Estos tipos de tumores malignos pueden diseminarse (hacer metástasis) a otros órganos del cuerpo. El principio principal del tratamiento es extirpar quirúrgicamente todo el tumor. Dependiendo del tipo de tumor, es posible que se requiera tratamiento adicional (adyuvante) antes y/o después de la cirugía.
Tumores malignos secundarios de hueso
Estos tumores ocurren como resultado de tumores malignos de otro órgano que se diseminan al hueso. Ejemplos de tales tumores son los cánceres de mama, pulmón, riñón y tiroides. Cuando hace metástasis en el hueso se produce un dolor que aumenta con el tiempo y no desaparece ni siquiera con el reposo. Esto se debe a que las células tumorales dañan la estructura principal del hueso. Cuando ocurre tal queja, se debe tomar una radiografía directa (rayos X).
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