Qué característica más humana. ¿Cambiará a partir de ahora? Viviremos juntos y veremos. Si bien nos enfrentamos a un riesgo real que ponía en peligro nuestras vidas, teníamos cierta ansiedad y miedo junto con nuestro instinto de vivir. Me gustaría responder a la pregunta "¿Qué era la ansiedad?" diciendo "la ansiedad es una emoción natural". Es una emoción que hay que vivir como todas las demás emociones positivas y negativas, y como todas las demás emociones, cuando se experimenta con moderación no perjudica nuestra calidad de vida e incluso nos facilita la adaptación a la situación. En mi último artículo hablé sobre la ansiedad constructiva y mencioné sus aspectos positivos. ¿Imagínese qué pasaría si nunca nos preocupáramos por la epidemia en la que nos encontramos? No se tomaron las precauciones, continuamos con nuestra vida diaria en lugar de quedarnos en nuestras casas, y nos dimos cuenta de que todo era demasiado tarde para nosotros cuando el sistema de salud colapsó.
Sin embargo, usamos desinfectante en todo momento, experimentó dificultad para respirar no por el virus sino por intensos ataques de pánico, personas obsesivas. Estamos solos con padres cuyas quejas van en aumento y que lo reflejan en sus hijos con quienes pasan tiempo en casa. Cuando escribes el peor de los casos y dibujas tu propia imagen en tu mente, es inevitable que te conviertas en esclavo de tu ansiedad. Tenemos pacientes que crean sus propios escenarios funerarios y pasan sus días con estas ideas. Mientras luchan con estos pensamientos pesimistas, es motivo de curiosidad saber si los padres que dicen "mi hijo se aburre, trato de impedir que salga de casa, me resulta difícil gestionarlo, no puedo hacer frente a las preocupaciones de mi hijo" pueden afrontarlo. con sus propios sistemas de pensamiento.
Si no podemos manejar la situación, ¿cómo la manejarán nuestros hijos? Además de todo esto, los humanos, que son seres sociales, hoy en día no lo son. Sin embargo, debemos ser sociales, una de las formas de continuar nuestra vida de forma saludable es socializar. Creo que en base a esto, recientemente nos hemos centrado en el uso de las redes sociales e incluso comenzamos a hacer transmisiones en vivo y a participar en estas transmisiones. De esta manera demostramos hasta cierto punto nuestra existencia, aunque no podamos socializar, decimos: estoy aquí, estoy en alguna parte, qué importante es para nosotros existir, poder existir. Estábamos en una época en la que la gente se sentía sola y alienada. Entre las referencias al ser individual, nos deshacemos del punto de vista colectivo y destacamos el egoísmo, la empatía. Estábamos en una época en la que nos alejamos del placer y primaba la indiferencia en lugar del cariño. El virus cayó como fuego en los tiempos en los que abrazábamos la idea de que cada uno hacía lo suyo, que cada oveja estaba colgada de su propia pata, y usábamos el lema de la vida como lema de la vida: "Que la serpiente que no tócame vive mil vidas."
Ahora nos dimos cuenta de que no todas las ovejas están colgadas de su propia pierna. Nos dimos cuenta de cómo las medidas individuales que tomamos nos afectarán a todos y determinarán nuestro futuro. Hemos visto cómo una persona social necesita a los demás no sólo para su propio placer y disfrute sino también para continuar su vida de manera humana. Durante este período, volvimos a comprender el valor de los trabajadores de la salud. A finales de enero escribí un artículo sobre la violencia contra los médicos y otro médico fue objeto de violencia. Sin embargo, lamentablemente no sólo los médicos, sino todos los profesionales de la salud sufren violencia en nuestra sociedad en todo momento. Sin embargo, si en estos días intentamos mirar al futuro con esperanza, se lo debemos a ellos. Abracémoslos con respeto y amor en lugar de aplaudirlos.
Esta epidemia, que afectó no solo a nuestro país sino al mundo entero, nos mostró lo que les sucede a las personas y a las sociedades que construyen cuando el sistema de salud colapsa. Por ello, espero que el respeto y el cariño que mostramos a nuestros profesionales sanitarios no disminuya cuando acaben estos días. Así como los valores que hacen de una familia una familia... Hablando de familia, entendimos mejor el valor de nuestras familias con las que pasamos más tiempo juntas durante este período. Por un lado, tuvimos la oportunidad de sentirnos seguros al lado de las personas a las que pertenecemos, de tomar acciones que pospusimos y de cumplir promesas que no cumplimos. Puede haber momentos en los que se sienta impotente, desesperanzado, fatigado, agotado e irritable. Compártelos con tu círculo. Intenta obtener información de las fuentes adecuadas, mantente saludable, no olvides tus valores.
Con amor…
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