¿En qué caso decidiremos si el niño realmente miente?
¿El grado de mentira cambia según la edad?
Los niños en edad preescolar inventan historias increíbles y disfrutan de los juegos de imitación , y hacer expresiones exageradas. Tener amigos imaginarios son rasgos de personalidad propios de esa época y no deben considerarse mentira. Nunca se deben impedir los juegos de imitación y la creación de cuentos, que se consideran como una activación mental que mejora la imaginación del niño, al contrario, se deben fomentar. Las dimensiones de la creatividad del niño durante el periodo escolar se desarrollan y maduran con estos ejercicios.
Permanecer fiel a la verdad es un fenómeno que se desarrolla paulatinamente en el niño. Es un error insistir en que el niño permanezca fiel a la verdad e intentar demostrar que miente. Si un niño dice una mentira obvia, no entre en pánico de inmediato. Si un niño de cuatro o cinco años miente por un motivo distinto a su tendencia a exagerar lo que ha vivido, y si no es producto de su imaginación o una broma, entonces la actitud de los padres es muy importante. Cuando una madre o un padre se encuentra en una situación de este tipo, es apropiado confrontar al niño con calma y hablar en un idioma que el niño pueda entender. Por ejemplo, “preguntar cuándo creerle” debería significar que si no puede distinguir entre la verdad y la mentira, no sabrá cuándo creer o no. Los castigos duros, las acusaciones y las conductas humillantes pueden ser conductas que empujen más al niño a mentir que alejarlo de mentir.
Debemos tener paciencia, tranquilidad, saber qué significan las mentiras, para qué sirven. dicho, y ajustar nuestras reacciones en consecuencia.
Leer: 0