La obesidad ha sido vista como un símbolo de prosperidad y poder desde los períodos antiguos de la historia humana hasta el pasado reciente, pero hoy afecta negativamente la duración y la calidad de vida de la persona; Se define como una enfermedad fisiológica, orgánica, sistémica, metabólica y hormonal. La obesidad se ha convertido en un problema de salud pública cada vez más importante en el mundo y en Turquía.El especialista en dermatología Dr. Oğuz Küçükçakır dio información sobre el tema.
Los efectos negativos de la obesidad en la piel y sus apéndices han atraído cada vez más atención en los estudios realizados en los últimos años. La obesidad afecta negativamente a muchas funciones fisiológicas de la piel; Provoca pérdida de agua en la capa superior de la piel, enrojecimiento de la piel y cambio de pH, infecciones, retraso en la cicatrización de heridas, trastornos de las pequeñas estructuras vasculares llamados microangiopatía e hipertensión, irregularidad de la temperatura corporal y deterioro de la calidad de vida. Los estudios han demostrado que la piel está más seca en las personas obesas, las funciones de la barrera cutánea están deterioradas y hay una mayor actividad en las glándulas sudoríparas y sebáceas. También se ha demostrado que la producción de colágeno disminuye en las personas obesas, la cicatrización de las heridas se ve afectada negativamente, el flujo linfático se ralentiza y hay tendencia a desarrollar linfedema. Además, reconocer y controlar las enfermedades dermatológicas que ocurren con frecuencia en personas obesas debido al aumento de la resistencia a la insulina y al hiperandrogenismo juega un papel importante en la reducción de la morbilidad y mortalidad relacionadas con la obesidad. Podemos enumerar estas enfermedades como hirsutismo, alopecia androgénica, acné y acantosis nigricans. Otras enfermedades de la piel exacerbadas por la obesidad pueden incluirse como psoriasis, dermatitis atópica, insuficiencia venosa crónica, linfedema, infecciones de la piel, gota y neoplasias malignas. Se ha descubierto que en personas obesas con psoriasis, las respuestas al tratamiento sistémico son menores y los efectos secundarios relacionados con el tratamiento se observan con mayor frecuencia. También se ha demostrado que los ataques de dermatitis atópica son más graves en personas obesas y requieren más tratamiento. Se ha demostrado que el aumento de los niveles de andrógenos e insulina en pacientes obesos afecta negativamente a las glándulas sebáceas y a la gravedad del acné. Se ha demostrado en muchos estudios que la insuficiencia venosa se observa en hombres y mujeres obesos y se desconoce la causa. Se ha demostrado que el aumento de la presión intraabdominal se debe a la presión en dirección opuesta al flujo de sangre de las piernas. El aumento de la presión intraabdominal también contribuye al linfedema al hacer que el flujo linfático disminuya. La obesidad aumenta la frecuencia de infecciones de la piel como candidiasis, intertrigo, furunculosis, eritrasma, tiña crural y foliculitis. Los estudios también han demostrado que existe una conexión entre la obesidad y los mecanismos de desarrollo de tumores y que la obesidad es un factor de riesgo clínicamente independiente en el desarrollo de melanoma. Como resultado, un enfoque de tratamiento y seguimiento eficaz y disciplinado en la prevención y el tratamiento de la obesidad es paralelo al tratamiento de las enfermedades de la piel exacerbadas por la obesidad.
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