Según un estudio realizado en la Universidad de Stony Brook, nuestro cerebro es adicto al sentimiento de amor. Aunque el término 'adicción al amor' aún no ha encontrado un lugar en el DSM (Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se ha determinado que el área de nuestro cerebro responsable de la adicción se activa cuando sentimos emociones fuertes como amar. ¿Alguna vez has sentido que puedes oler a la persona que amas, aunque no esté contigo en ese momento? ¿O extrañaste su voz de vez en cuando? Los sentimientos emocionales fuertes tienen efectos físicos, lo que nos hace sentir olores que no están en nuestro cerebro o dar un significado especial a un sonido ordinario. El dolor emocional que sentimos cuando somos rechazados también hace que se activen las áreas de nuestro cerebro responsables del dolor físico. Esta situación elimina en gran medida la distinción entre lo emocional y lo físico y, de hecho, muestra la importancia de considerar la psicología humana en su conjunto en ambas direcciones.
Entonces, ¿cómo distinguimos entre el amor y la adicción al amor? strong>
Podemos pensar en el individuo con adicción al amor como un drogadicto, estas personas dejan de ser lógicas y no pueden gestionar sus funciones humanas de forma saludable. El aislamiento es uno de los indicadores más importantes de la adicción al amor. Podemos definir el aislamiento como aislamiento, cuando la vida social de una persona, como la familia, el trabajo y los amigos, disminuye hasta el punto de ser casi inexistente y se centra únicamente en la persona que ama, y el colapso del mecanismo individual de toma de decisiones e implementación. . Una persona enamorada no encaja en esta definición, continúa su vida social de forma saludable y sigue logrando sus objetivos en la vida.
Otra forma de entender la adicción al amor es que estas personas reaccionan de forma exagerada ante cualquier rechazo, es decir, experimentan un "retraimiento". El síndrome de abstinencia es el efecto que se produce como consecuencia de la abstinencia repentina de la sustancia adictiva (p. ej. insomnio, trastorno alimentario, ansiedad extrema, ira extrema…) Mientras una persona sana mantiene el control sobre la situación ante cualquier rechazo o problema, una El adicto al amor puede provocar reacciones extremas.
La adicción al amor es similar a la adicción a sustancias en muchos aspectos y, por supuesto, no es tan saludable como la adicción a sustancias. Es innegable que el sentimiento de amor es un sentimiento emocional muy fuerte, pero es un sentimiento que se interpone en nuestro yo y va más allá del marco de la lógica. Las emociones que se han vuelto dañinas para la persona no pueden describirse como amor y son dañinas para ambas partes.
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