Con la pesadilla del coronavirus entrando en nuestras vidas; Empezamos a pensar en qué podemos hacer para evitar contraer esta enfermedad. Es obvio que cumplir con las normas de higiene debe ser nuestra primera prioridad. Entonces, ¿cuál es el sistema inmunológico del que todo el mundo habla y cómo se puede fortalecer?
El sistema inmunológico es un sistema complejo que consta de muchas células con diversas funciones. Se puede definir como un sistema importante que se comunica con todas las partes del cuerpo, incluido el sistema nervioso y los huesos, y se ve afectado por diversos factores, incluidos el estrés y la nutrición. La disminución de la función del sistema inmunológico hace que el cuerpo se vuelva más sensible a las enfermedades infecciosas, lo que significa contraer enfermedades más rápidamente. Para fortalecer el sistema inmunológico y proteger contra todas las enfermedades:
- Llevar una dieta adecuada y equilibrada. Una dieta saludable es fundamental para fortalecer el sistema inmunológico. La primera regla de una nutrición sana es una nutrición adecuada y equilibrada. No se puede tener una dieta adecuada y equilibrada sólo cubriendo las necesidades energéticas diarias o consumiendo alimentos ricos en vitaminas. Además de las proteínas, carbohidratos y grasas diarias, también se deben cubrir las necesidades de vitaminas y minerales.
- Aumenta el consumo de fibra. Para una dieta saludable se recomienda una ingesta diaria de fibra de 25 a 30 gramos. Las legumbres secas, los alimentos integrales, las verduras y las frutas son ricos en fibra.
- Consuma una dieta colorida. Elegir diferentes alimentos de grupos de alimentos y consumir alimentos de diferentes colores; También asegura que las vitaminas y minerales ingeridos sean diversos. Por ejemplo; Como comer pollo del grupo de las carnes un día y elegir pescado el otro día, elegir una manzana del grupo de las frutas un día y elegir una naranja el otro día.
- No salte las comidas. Especialmente desayuno; Hay que hacerlo para revitalizar el organismo, cuya energía ha disminuido durante la noche, y empezar el día con más energía.
- Beber mucho líquido. Los beneficios de beber agua son infinitos. Para evitar infecciones y eliminar gérmenes del organismo se debe tener la precaución de consumir 2-3 litros de agua al día.
- Beber infusiones. El consumo de infusiones de hierbas como tila, equinácea, té verde, té blanco, rosa mosqueta y flor de okra aumenta tanto la ingesta de líquidos como la ingesta de líquidos. Ayuda tanto a apoyar como a proteger contra las enfermedades. No se deben consumir más de 3-4 tazas al día. El lugar de obtención, las condiciones de almacenamiento y los métodos de elaboración son muy importantes para ver el efecto correcto.
- Consume alimentos ricos en Omega 3. Además de su efecto antiinflamatorio, que reduce las infecciones en el cuerpo, también se sabe que el omega-3 tiene efectos positivos en el desarrollo del cerebro y la salud del corazón. Los peces que viven en aguas profundas, como el salmón y la caballa, y las semillas de lino, las nueces y la verdolaga, son fuentes ricas. Si estos nutrientes no se incluyen en la dieta diaria, se pueden utilizar complementos nutricionales disponibles en las farmacias.
- Consumir alimentos que contengan antioxidantes. Como resultado de reacciones químicas en nuestro cuerpo, se liberan radicales libres, es decir, algunas sustancias nocivas. Los antioxidantes son agentes defensivos que protegen las células contra estas sustancias nocivas. Aparte de los que se producen en nuestro cuerpo, también existen antioxidantes que obtenemos del exterior y se encuentran en los alimentos que consumimos. Las vitaminas C, E, A y K, el selenio, el zinc y los polifenoles son algunos de ellos. Las frutas cítricas, las verduras de hojas verde oscuro y los pimientos verdes contienen vitamina C; aceites vegetales, avellanas, maní, almendras, nueces, sésamo, aguacate, vitamina E; La yema de huevo, la mantequilla, las zanahorias, las verduras y frutas de color amarillo y naranja contienen vitamina A; Las verduras de hojas verde oscuro, las cebolletas, las coles de Bruselas, la lechuga, el brócoli, el pepino y la albahaca contienen vitamina K; las espinacas, el pollo, las semillas de lino, las lentejas, los mariscos, los huevos y los champiñones contienen selenio; Los productos cárnicos, los champiñones, las semillas de calabaza y los anacardos son fuentes ricas en zinc. Las frutas y verduras contienen diferentes tipos de polifenoles según sus colores. Además, la cebolla, el ajo, los productos integrales, las nueces, el chocolate, el té y el café también son ricos en polifenoles.
- Toma apoyo probiótico. Los probióticos son bacterias beneficiosas y amigables que combaten las bacterias dañinas de nuestro cuerpo. El yogur, el kéfir y los encurtidos caseros contienen bacterias probióticas. Al mismo tiempo, los complementos nutricionales probióticos se pueden adquirir en las farmacias en forma de suplementos (en polvo, gotas o comprimidos).
- Utiliza especias. La canela, el clavo y la menta protegen contra los gérmenes. El pimiento rojo y las hojuelas de pimiento rojo tienen un efecto antiinflamatorio. La pimienta negra tiene propiedades antibacterianas. cúrcuma La almendra y el jengibre tienen un alto contenido de antioxidantes.
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