Neuralgia glosofaríngea (dolor de faringe y cuello)


Cuando se menciona la neuralgia vidriofaríngea, se pretende describir el dolor que se produce en la zona donde se distribuye el nervio vidriofaríngeo. Dado que este nervio afecta la lengua, la faringe, las amígdalas, el oído y el costado de la mandíbula, también se observa dolor en estas áreas. Es un dolor repentino, intenso, parecido a un rayo, que en ocasiones se presenta varias veces al día o una vez a la semana. Dado que comer, beber agua y, a veces, incluso hablar pueden provocar dolor, los pacientes tienen mucho cuidado al hacerlo. La neuralgia vidriofaríngea, que generalmente se ve de forma unilateral, es una afección que afecta negativamente la vida diaria de una persona y reduce la calidad de vida. Es menos común en la sociedad que la Neuralgia del Trigémino, se puede decir que la tasa de incidencia es aproximadamente la mitad entre diez mil.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El problema más importante respecto al diagnóstico de la Neuralgia Vidriofaríngea Es dolor en la amígdala y la faringe, por lo que los pacientes acuden a los otorrinolaringólogos. Sin embargo, dado que la enfermedad no pertenece al campo de las enfermedades de oído, nariz y garganta, no se puede proporcionar un tratamiento adecuado y, lamentablemente, los pacientes pierden tiempo para recibir tratamiento. Se debe consultar a un neurólogo y a un neurocirujano en caso de sentir una descarga eléctrica repentina o un dolor similar al de un rayo en estas áreas.

El historial del paciente es muy importante para el diagnóstico. Después de escuchar la historia del paciente, se realiza una resonancia magnética para comprobar si hay un tumor o si un vaso ha aplastado el nervio. Si se ve un tumor en la resonancia magnética, se requiere cirugía de inmediato. Si el problema es causado por una vena que aplasta este nervio, no se realiza cirugía y se administran medicamentos. Sin embargo, en algunos pacientes, el problema no se puede resolver con medicamentos y puede ser necesaria la cirugía. Hay dos opciones en cirugía; Si el vaso aplasta el nervio, se puede eliminar ese vaso, se puede cortar ese nervio o se puede aplicar radiocirugía con bisturí gamma al nervio.

En general, se prefiere la cirugía si el paciente no tiene un condición que impide la cirugía. Posteriormente se requiere un día en cuidados intensivos y tres días en el hospital. Sin embargo, se debe saber que existe riesgo de recurrencia después de la cirugía.

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