Una descripción general del desarrollo de la primera infancia y conceptos clave

El cuidado de los padres da forma al desarrollo de la primera infancia. La negligencia, la falta de atención parental adecuada, es una grave amenaza para el desarrollo de la primera infancia. La sobreexposición al estrés –“estrés tóxico”– socava el desarrollo, mientras que las relaciones sólidas con los padres brindan protección y desarrollan resiliencia.

1. Mecánica del desarrollo infantil temprano, conceptos clave

Cerebro

El cerebro humano, desde prenatal Se desarrolla continuamente durante todo el desarrollo infantil hasta la edad adulta. Al igual que la construcción de un edificio, los cimientos se ponen temprano. El cerebro se construye de abajo hacia arriba en etapas de desarrollo claramente definidas. Por eso es tan importante el apoyo temprano al desarrollo. Una base más sólida no sólo significa que el niño estará más adelantado en un momento dado, sino que también significa que el aprendizaje y el desarrollo pueden progresar más rápidamente en el futuro.

El desarrollo de la primera infancia implica que el cerebro se desarrolla extremadamente rápido. Cada hora se crean miles de millones de nuevas conexiones entre neuronas en diferentes partes del cerebro. Tras esta rápida proliferación, el desarrollo del cerebro avanza hacia la eficiencia. Algunas conexiones neuronales se fortalecen y aceleran, y otras se podan y se pierden. Mientras tanto, el cerebro forma conexiones más complejas en la niñez y la adolescencia que se asocian con habilidades más avanzadas.

El desarrollo del cerebro determina fundamentalmente las primeras etapas del desarrollo infantil. Las capacidades más básicas, como la visión, el oído y el tacto, se desarrollan antes. Luego viene el desarrollo de capacidades más complejas como la comunicación, la comprensión de las expresiones faciales, el razonamiento y la toma de decisiones. Las habilidades de nivel superior, como mantener la atención, establecer metas, seguir reglas, resolver problemas y controlar los impulsos, comienzan a desarrollarse en la primera infancia y continúan hasta la adolescencia.

Las experiencias del mundo que tienen los niños (cómo ven, oyen y sienten, y cómo se relacionan con sus padres y otros cuidadores) dan forma a todos los aspectos del desarrollo del cerebro. Esto fortalece algunos circuitos y permite que otros se desvanezcan. Algunas conexiones neuronales se fortalecen con la experiencia, mientras que otras se podan.

Genética y epigenética

Los genes que los niños reciben de sus madres y padres Les confieren ciertas predisposiciones y sensibilidades que influyen en el desarrollo infantil temprano. Por ejemplo, algunos niños naturalmente experimentan menos miedo que otros, y aquellos que tienen menos miedo pueden ser menos propensos a sufrir ansiedad y depresión a largo plazo.

Las experiencias en el mundo, incluidas las relaciones dentro de la familia y la sociedad, pueden influir en cómo se activan los genes, más que los genes mismos. Las experiencias positivas y negativas dan como resultado la producción de proteínas que regulan la actividad genética, creando cambios temporales o permanentes en el "epigenoma". Estos cambios epigenéticos en la forma en que se expresan los genes pueden ser heredados por la próxima generación. Por ejemplo, los hijos de hombres y mujeres que sobrevivieron al Holocausto heredaron cambios epigenéticos asociados con la respuesta al estrés extremo.

2.Dominios del desarrollo infantil temprano 

Aunque los investigadores todavía están debatiendo cómo definir los diferentes componentes del desarrollo infantil temprano, se han desarrollado varios conceptos. corriente principal en el campo.

Las tres áreas de desarrollo más discutidas soncognitiva (pensamiento), social y emocional. Las investigaciones han demostrado que estos están estrechamente interconectados. Su desarrollo está asociado con la actividad neuronal en todo el cerebro.

Los vínculos también se pueden observar en el comportamiento de los niños. Por ejemplo, los niños desarrollan habilidades de pensamiento a través de las relaciones con sus cuidadores. Un niño con altas habilidades sociales generalmente desarrollará habilidades cognitivas más rápido.

3. Habilidades básicas, cuyas bases se sientan en la primera infancia:

Autorregulación

El cerebro del cerebro llamado amígdala En parte, es una respuesta automática e impulsiva al riesgo y peligro, comúnmente conocida como la "respuesta de lucha o huida". La autorregulación es la capacidad de brindar una respuesta más consciente a una situación y descubrir cómo responder en el momento. Respuestas más deliberadas pueden contrarrestar el instinto inicial de lucha o huida. La capacidad de regular las emociones es una habilidad vital que se adquiere en la primera infancia, en parte, a través del compromiso con los cuidadores.

Función ejecutiva

La función ejecutiva es una función del aprendizaje y el desarrollo que se produce en el desarrollo infantil temprano. Es un conjunto de habilidades que forman la base para interactuar bien con los demás. Los investigadores han dividido la función ejecutiva en varias habilidades diferentes:

Memoria de trabajo: almacenar y utilizar información durante cortos períodos de tiempo.

Flexibilidad mental(o flexibilidad cognitiva): capacidad de adaptarse rápidamente en respuesta a estímulos externos. Autocontrol(o control inhibitorio): resistir el comportamiento impulsivo. Mantener el enfoque y la atención durante una tarea.

Resolución de problemas.

Cumplir las normas.

Establecer objetivos.

Retrasar la “gratificación inmediata” para obtener una mayor recompensa más adelante.

El desarrollo de la función ejecutiva es una parte importante de las etapas de desarrollo de la primera infancia. A la edad de tres años, entran en juego funciones ejecutivas básicas: recordar y aplicar reglas sencillas. Las habilidades se desarrollan en gran medida entre los tres y cinco años de edad, pero continúan desarrollándose hasta la adolescencia.

Estas etapas más avanzadas del desarrollo infantil temprano implican una mayor velocidad y eficiencia de los circuitos neuronales que actúan en diferentes partes del cerebro.

4. El cuidado de los padres da forma al desarrollo infantil temprano 

El cuidado receptivo y la experiencia del mundo por parte de los padres, la familia en general y todos los involucrados en la vida de un niño dan forma desarrollo de los niños. Los investigadores acuñaron el término "servir y devolver" para describir acciones recíprocas con padres y cuidadores.

Múltiples relaciones mejoran el desarrollo social y emocional al mejorar la capacidad del niño para mantener relaciones sólidas en el futuro. Un niño que tiene más de una relación estable y afectuosa tiene una gran

ventaja. Por el contrario, un niño que ni siquiera tiene una relación estable y receptiva se encuentra en grave desventaja.

Los investigadores han utilizado el término "andamio" para describir el entorno que los cuidadores pueden crear para que los niños practiquen sus habilidades. El andamiaje implica establecer rutinas, modelar comportamientos sociales, permitir el juego imaginativo, facilitar la conexión social y fomentar el ejercicio físico. r.

5.Amenazas al desarrollo infantil saludable en la primera infancia: abandono y estrés tóxico 

Negligencia 

En todo el mundo El riesgo más común para los niños es la falta de atención receptiva, conocida como negligencia: el 78% de todos los casos de maltrato infantil en el mundo involucran negligencia, que puede tener un efecto más dañino en el desarrollo infantil temprano que el abuso físico.

Al igual que el abuso físico, la negligencia altera gravemente el desarrollo del cerebro en la primera infancia al privar a los niños de relaciones apropiadas, alterando así el desarrollo de los sistemas biológicos de respuesta al estrés. La negligencia se asocia con una serie de malos resultados en la vida posterior de los niños: salud mental, salud física, relaciones sociales y logros educativos.

Estrés tóxico 

El estrés es una parte normal e importante del desarrollo infantil temprano como parte del aprendizaje de cómo afrontar los desafíos. Una amenaza desencadena cambios fisiológicos asociados con la hormona cortisol, que promueve una respuesta rápida para reducir el peligro. Un niño expuesto a tensiones simples y protegido por relaciones sólidas con adultos aprende a afrontar el estrés y a regular el sistema de respuesta al estrés. Las relaciones sólidas también pueden mitigar los efectos potencialmente dañinos de los altos niveles de estrés causados ​​por eventos como la muerte de un ser querido, una lesión grave o un desastre local.

El estrés excesivo y prolongado, llamado estrés tóxico, no es una parte normal del desarrollo infantil temprano. Ejemplos de estrés tóxico incluyen abuso físico y emocional, negligencia crónica, atención inadecuada debido a drogas o enfermedades mentales, pobreza persistente y exposición prolongada a la violencia.

La exposición al caos y a las amenazas constantes perjudica el desarrollo de la autorregulación, atrapando a los niños en una respuesta instintiva de lucha y huida. El estrés tóxico que socava las etapas de desarrollo de la primera infancia se asocia con muchos resultados adversos en el futuro.

Desarrollar la resiliencia a través de las relaciones 

Las relaciones con los cuidadores son clave para proteger a los niños de los efectos negativos del estrés. Esta atención en las primeras etapas de la vida puede prevenir o prevenir los efectos nocivos del estrés tóxico. Incluso puede revertirse.

La resiliencia se produce cuando un niño expuesto al estrés también tiene acceso a relaciones enriquecedoras y de confianza. La mayor respuesta fisiológica de un niño al estrés se puede restaurar estableciendo una relación con un adulto que lo cuide. La exposición al estrés en presencia de un adulto afectuoso puede ayudar al niño a sentir cierto control de la situación y desarrollar la autorregulación.

 

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