Hoy han pasado casi 2 meses desde el terremoto... Muchas vidas se perdieron después del desastre, por lo que el efecto devastador del terremoto permanecerá oculto en nuestra memoria. En este artículo quería hablar sobre los efectos psicológicos del terremoto y cómo podemos afrontar los problemas psicológicos que pueden surgir después de desastres naturales como los terremotos. Podemos perder a personas que amamos o presenciar acontecimientos dolorosos. Además, muchas pérdidas económicas pueden causar traumas psicológicos menores o graves.
Las reacciones durante y después del terremoto pueden diferir para cada persona, y la situación común creada por todos es el estado de "miedo". Se puede denominar miedo al mecanismo de huida y huida que desarrolla una persona frente a situaciones ambientales. En general, durante y después del terremoto se pueden encontrar fuertes estados mentales y emocionales como confusión, ansiedad, miedo, culpa e ira.
Efectos psicológicos del terremoto
Básicamente, es posible hablar de tres períodos en la psicología de los terremotos. El primero de ellos se denomina período de shock experimentado durante y después del terremoto. En este proceso, la persona experimenta falta de respuesta emocional. Esta reacción, junto con el trauma experimentado, es en realidad un mecanismo de defensa. Aunque varía de persona a persona, puede tardar aproximadamente uno o dos días. El segundo período se llama período de pasivación. Durante este período, la persona intenta mantener su funcionalidad con referidos. En el periodo de recuperación, conocido como último periodo, la persona se encuentra en un alto nivel de ansiedad. Con el efecto del trauma que ha vivido, puede desarrollar alteraciones del sueño, problemas alimentarios y sensibilidad a sonidos que le recordarán el terremoto. Sin embargo, también se puede observar el consumo excesivo de alcohol y sustancias.
¿Cómo debe ser el abordaje después del terremoto?
En primer lugar, las necesidades físicas básicas (refugio, comida y bebida), etc.) deben cumplirse en poder. Si la persona no quiere hablar del terremoto, no se le debe obligar. Debe abordarse con apoyo; en caso de trauma, la persona puede experimentar problemas de concentración y atención. Debería recibir ayuda en este proceso. Se debe brindar apoyo psicosocial a las personas desde el primer momento después del terremoto. Se debe buscar ayuda profesional si existen riesgos como ansiedad y miedo intensos, problemas para dormir y comer durante más de dos semanas y hacerse daño a uno mismo o a otra persona.
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