El blanqueamiento dental es el proceso de aclarar el color de los dientes. Existen dos técnicas básicas de blanqueamiento: Casa y Oficina. El resultado más permanente y duradero se logra aplicando ambas técnicas juntas y en combinación.
Cualquiera que sea la técnica preferida, asegúrese de limpiar los dientes y los dientes primero.Se debe realizar una limpieza de cálculos dentales. Si no se hace, posibles adiciones en la superficie reducirán el efecto blanqueador y afectarán negativamente el éxito.
En la técnica de blanqueamiento en el consultorio, el dentista realiza la aplicación uno a uno y de forma activa en la clínica. La concentración del gel que se utilizará en el proceso de blanqueamiento es bastante alta para las encías y es fácil que se produzcan daños como resultado de una aplicación incorrecta. El blanqueamiento no se debe realizar todo de una vez, sino dividirlo en tantas sesiones como sea posible. Esto tiene dos beneficios principales. El primer beneficio es que el riesgo de sensibilidad dental se mantiene al mínimo. En segundo lugar, se ha conseguido el blanqueamiento más superior posible. Después de cada sesión no se debe consumir ningún alimento que pueda provocar decoloración durante al menos dos días. Es beneficioso mantenerse alejado de los alimentos colorantes durante los siguientes ocho días después de estos dos días críticos. Entre las cosas que se deben evitar por su efecto colorante: El vino tinto, el café, el té, la melaza, las bebidas ácidas, todos los zumos de frutas, todos los platos con pasta de tomate… en definitiva, todos los alimentos de color no blanco y los productos del tabaco.
En casa blanqueamiento, preparado personalmente Las placas las aplica el paciente. Las cavidades creadas en las superficies frontales de las cubetas, que se fabrican para ajustarse adecuadamente a los dientes superiores e inferiores, aproximadamente del tamaño de una gota, sirven como depósito para el gel blanqueador. Se deben cepillar los dientes antes y después de cada sesión de blanqueamiento. Si bien el cepillado antes del procedimiento aumentará el efecto blanqueador, el cepillado posterior evitará un blanqueamiento desproporcionado y una posible sensibilidad como resultado del contacto irregular y prolongado con el esmalte.
Casi todos los tratamientos dentales. Al igual que en la aplicación del blanqueamiento dental, se debe preferir un médico experto y con experiencia en su campo.
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