Si bien damos gran importancia a la salud física; Olvidamos que la salud mental determina la salud física y el bienestar psicológico. El cuerpo se desarrolla en su flujo natural sin ninguna intervención y no podemos resistirnos a este desarrollo. Al contrario, necesitamos invertir en el desarrollo del alma.
Si mantenemos fuerte el sistema inmunológico del alma, el sistema inmunológico del cuerpo también lo será. La base de la resiliencia psicológica es el corazón que se da cuenta de su compasión. La compasión es una de las virtudes básicas que nutren la salud mental y el bienestar psicológico. Una persona que se acerca a sí misma, al medio ambiente y a la naturaleza con compasión se lleva mejor consigo misma, con su entorno y la naturaleza y vive una vida satisfactoria.
La compasión es la curación del alma. Debemos intentar descifrar el lenguaje del alma. Necesitamos elegir la bondad para fortalecer nuestra compasión y fuerza psicológica.
Lo que hace que todas las virtudes que tenemos sean significativas es la presencia de la compasión en ellas. Hay compasión en todas las emociones de nuestras vidas. La compasión es un sentimiento con el que nacemos y que se fortalece con lo que le agregamos a medida que envejecemos en el camino de la vida. Si no cultivamos la compasión inherente a nuestra creación y nos privamos de ella, nuestra alma perderá su vitalidad. El alma que pierde su vitalidad no puede hacer justicia plenamente a la vida, no puede estar satisfecha en las relaciones humanas y se mantiene alejada de las fuentes de curación que existen para ella misma.
Una persona debe volver a su corazón, no debe mantenerse alejado de sí mismo, debe conocerse y amarse a sí mismo. La gente no ama, no se preocupa ni invierte en alguien que no conoce. La base del capital psicológico es el autoconocimiento, que es tan importante como la compasión. Al final del camino, primero nos daremos cuenta de la vida que hemos vivido y de las vidas que hemos hecho, y de las huellas buenas o malas que hemos dejado.
El hombre debe experimentar la vida con sus propios ojos y mente. No ser visto; Uno debe vivir para ver, para ser la mano que extiende.
La función de la compasión es vital para evitar que el cerebro y el corazón se endurezcan en la vida humana.
La compasión es la mente y el combustible del corazón. Si el corazón pierde su compasión, se vuelve ciego. Donde los ojos que ven no están ciegos, el corazón en el pecho puede volverse ciego. Necesitamos invertir en nuestro sentido de compasión para que el corazón no se vuelva ciego, endurecido y carente de paz. La compasión trae belleza a nuestras vidas y a todo lo que tocamos. critica.
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