Los niños y el terremoto

Evita que vean imágenes y videos de las redes sociales y otros recursos de comunicación. En primer lugar, como padres, mantengan la calma y eviten que los niños sufran ansiedad, pánico y miedo excesivos. Cuando le describa el terremoto a su hijo, no utilice palabras que lo asusten, lo asusten o lo preocupen. A medida que los niños puedan comprender mejor conceptos concretos, puede darles ejemplos concretos. Por ejemplo, encarnar sus sentimientos para que puedan entender. ¿Cómo te sientes cuando tienes miedo? ¿En qué partes de tu cuerpo sientes miedo? Anímate, ¿cómo te sientes? ¿En qué partes de tu cuerpo sientes miedo? Al hacerle preguntas como ésta, le permite conocer y encarnar mejor sus sentimientos. Esconder, ocultar o ignorar nuestras emociones nos impide afrontarlas y conocernos a nosotros mismos. Por eso los adultos, y vosotros los padres, enseñamos a los niños a vivir nuestras emociones de forma saludable. Debe explicarle que reacciones como llorar y reír son un proceso natural y que realizamos estas acciones como resultado de sus sentimientos. Por ejemplo; Estabas muy asustado cuando ocurrió el terremoto, esta situación te asusta mucho, así que primero puedes pedirle su opinión sobre cómo debemos afrontar nuestro miedo. A los niños les encanta que se tengan en cuenta sus opiniones. Se sienten valorados. Puede explicarles que cuando lloran cuando tienen miedo, es perfectamente normal y que debemos utilizar algunos métodos, como explicar nuestros sentimientos unos a otros y hacer un dibujo. La situación en la que nos encontramos es muy difícil, traumática y difícil de superar. Esto se vuelve aún más difícil para los niños cuando están expuestos. Por lo tanto, sin reflejar las imágenes, videos y noticias de la situación a los niños, se pueden transferir las habilidades que desarrollan el sentido de compasión y empatía, como qué debemos hacer durante el terremoto, cómo debemos protegernos, qué podemos hacer a otras personas heridas. Por ejemplo, puedes hacer que regale sus juguetes, que regale su ropa o que regale algo a los niños que han resultado perjudicados allí. Mientras hace esto, que lo haga voluntariamente, sin forzarlo. Haga preguntas sobre sus sentimientos. ¿Que estás sintiendo? ¿Cómo te hizo sentir? Pueden tener pesadillas en sus sueños, durante este tiempo leen libros para educar y enseñar sus sentimientos. Puedes aprovechar. Este proceso negativo y traumático nos ha afectado profundamente a todos. Al igual que los niños, debemos aprender a afrontar nuestras emociones y utilizar correctamente los mecanismos de defensa. La situación de cada persona a la hora de afrontar sus emociones y acontecimientos es diferente. Por esta razón, algunos de nosotros podemos parecer más rectos mientras que otros somos más emocionales.

La situación en nuestras 10 provincias nos ha afectado a todos profundamente. Todos estamos ayudando en lo que podemos. Deseo la misericordia de Dios para nuestros ciudadanos y hermanos que perdieron la vida allí. Que su lugar sea el cielo. Deseo una pronta recuperación a nuestros hermanos y hermanas heridos que se aferran nuevamente a la vida. Que todos nos mejoremos pronto.

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